Curiosidades

¿Cómo es ser chef del presidente de Francia?

Guillaume Gomez vive el orgullo de ser chef presidencial desde hace más de 20 años para el gabinete ejecutivo francés

Publicidad

Pocos son los que han tenido la dicha de ser los encargados de la alimentación de un jefe de estado. Es el caso de Guillaume Gomez, que bajo sus fogones han pasado los últimos cuatro presidentes de Francia.

El chef de tan solo 40 años puede vanagloriarse de ser una de las figuras más reconocidas del Palacio Elíseo, ya que lleva más de 20 años radicado ahí, siendo embajador  de la gastronomía francesa en las altas esferas. Gomez ha cocinado para Jacques Chirac, Nicolas Sarkozy, que le condecoró como Caballero de la Orden Nacional del Mérito, François Hollande y el jefe de estado actual Emmanuel Macron.

chef-presidente1
Veinte años al servicio de los presidentes

Gomez (sin la tilde), es de padre español, pero nacido y criado en Francia durante toda su vida se siente orgulloso de servirle a su país a través de su pasión.

«Tengo la suerte de vivir la historia a diario», afirma, destacando la cena que este mes preparó junto a otros cocineros para 70 jefes de Estado y de gobierno en París, con motivo del centenario del fin de la I Guerra Mundial. 

Mediático e hiperactivo son cualidades que lo describen, pero su firma disntintiva es que guarda una máxima discreción sobre los gustos de sus comensales,  la cocina en la que trabaja no le pertenece y el concepto de carta le es completamente ajeno.

«El ritmo es frenético, pero esto es lo mío», sostiene Gomez, que halla tiempo de publicar exitosos libros de cocina y actualmente promueve una edición para que los niños cocinen con sus padres y adopten actitudes saludables.

Obtuvo su diploma en artes de la mesa a los 14 años, en una época en que ser chef no estaba de moda. «Entonces la cocina era para quienes fracasan mecánica».

Cuando pisó por primera vez la cocina del palacio presidencial del Elíseo, Guillaume Gomez tenía 19 años e iba a realizar allí el servicio militar. Cuando le llegó la convocatoria, su responsable le ofreció realizarlo en la residencia del primer ministro, Matignon, o en el Elíseo, el palacio presidencial. «Fue como si me diera a elegir entre un 2 o 3 estrellas», sonríe.

La cocina del presidente resultó ser una excelente escuela. «Llegué con mis técnicas del Divellec, otros con los métodos de Alain Ducasse y Joël Robuchon: evolucionamos muy rápido».

Pero mientras la mayoría se marchaba tras finalizar el servicio, Gomez se quedó.

chef-presidente2
El chef de los presidentes galos

Con 25 años, se convirtió en el Mejor Trabajador de Francia más joven, un título ostentado por los mejores chefs franceses. «Tomé todos los riesgos técnicos» y «preparé una torta de pato con un hojaldre de solo 1 mm de espesor», recuerda.

En el Elíseo, escaló posiciones hasta ser nombrado en 2013 por François Hollande chef de las cocinas del palacio, desde donde promueve exclusivamente la gastronomía francesa.

Para Gomez un principio fudamental en sus preparaciones es trabajar exclusivamente con lo que se puede conseguir a lo largo del territorio francés.

Otro principio que no altera: la temporalidad de los productos. «Los puerros se comen en invierno y los tomates en verano. No se pueden comer al mismo tiempo».

Cuando no cocina, Gomez destina su tiempo a «reeducar a los niños para que coman mejor». «La cocina no es una historia de elitismo ni de precios», dice deplorando que haya alumnos que lleguen a la escuela con una bolsa de patatas chips como desayuno, «más oneroso que una tostada con mantequilla».

Publicidad
Publicidad