Vida sana

El dulce amargo de la diabetes

¡Azúúúcar! pareciera que este ingrediente alegra la vida de muchos así como animaba cada canción de Celia Cruz. El problema está en que un ratito de felicidad -muy seguido- puede convertirse en un mal rato sin cura que termine en el olvido por los dulces

azúcar
Foto: www.simplyprotein.com/
Publicidad

Mucho se habla de esta enfermedad, de la importancia de una alimentación balanceada y la práctica del ejercicio para reducir las probabilidades de padecerla pero, pocos conocen la diferencia entre sus tipos, qué hay detrás de la insulina, glucemia, glucosa y qué otros elementos están relacionados a la diabetes.

Además del desconocimiento popular, la batalla se hace cuesta arriba con una industria que, interesada en vender, crea productos maravillosamente deliciosos pero exageradamente perjudiciales para la salud. Las estadísticas alertan sobre el consumo excesivo de alimentos ricos en calorías, ingredientes procesados, grasas y carbohidratos. Por eso existen casi 300 millones de personas en el mundo que padecen diabetes.

Esta enfermedad no tiene cura, se convierte en una condición para estos pacientes quienes deben controlar lo que comen y armarse de voluntad para negarse a los dulces.

Prevenirla está en tus manos que seleccionan cada bocado que llevas a tu boca. Conoce más a continuación:

ABC de la diabetes: glosario de términos

– Diabetes: es una enfermedad sin cura que está directamente relacionada a un problema en la producción o en la asimilación adecuada de la insulina, afecta el procesamiento de los azúcares consumidos que deben transformarse en energía para el cuerpo. Hay tres tipos:

          – Diabetes gestacional: surge durante el embarazo, a partir del segundo trimestre y desaparece una vez que la madre da a luz. Ni ella ni el bebé permanecen con la enfermedad pero sí se incrementan las posibilidades de padecerla en un futuro. Esta condición se presenta debido al descontrol hormonal propio del embarazo y que puede bloquear el efecto de la insulina.

          – Diabetes tipo 1: en este caso el paciente no produce la hormona de la insulina y debe inyectarse diariamente. Esto lo convierte en insulinodependiente para poder llevar una vida normal. La deficiencia surge cuando el sistema inmunológico afecta las células del hígado (donde se produce la insulina), genera una escasez de la hormona y a su vez un gran riesgo para su salud si no se provee de forma externa.

          – Diabetes tipo 2: es la más común. El paciente de este tipo sí produce insulina pero no la utiliza eficazmente para metabolizar la glucosa, por lo tanto ésta se acumula y no llega a ser procesada para convertirse en energía. A corto plazo, este tipo de diabetes genera resistencia a la insulina y a largo plazo produce hiperglucemia. La persona puede aumentar rápidamente de peso y llegar al punto de obesidad si no cuida su alimentación.

– Glucemia: también se refieren a ella como glicemia y es la cantidad concentrada de glucosa libre en la sangre, suero o plasma sanguíneo.

– Glucosa: es la cantidad de azúcar que el organismo absorbe de los alimentos, con la finalidad de aportarle la energía necesaria al cuerpo.

– Insulina: hormona que transforma los azúcares en energía.

– Insulinodependiente: son las personas de diabetes tipo 1 que deben administrarse dosis de insulina diarias para un mejor funcionamiento de su cuerpo.

Insulinorrequiriente: personas que aunque son pacientes de diabetes tipo 2 deben administrarse dosis de insulina junto a sus medicamentos orales para llevar una vida normal.

– Hiperglucemia: patología que indica cuando una persona tiene cantidades elevadas -superiores a los niveles regulares- de azúcar en la sangre.

– Hipoglucemia: enfermedad que se presenta cuando los niveles de azúcar en la sangre son bajos.

– Prediabetes: es la condición previa al diagnóstico definitivo de la diabetes. Esta etapa puede servir de alerta para cambiar algunos hábitos de vida. Sin embargo, las señales pueden pasar desapercibidas.

De acuerdo a las estadísticas brindadas por el Center for Disease Control and Prevention, nueve de cada 10 personas que tienen prediabetes desconocen que la padecen. Por eso hay que estar muy atento a los factores más comunes: 

  • Es mayor de 45 años
  • Tiene padres o hermanos con diabetes
  • No realiza actividad física
  • Tiene sobrepeso
  • Tiene bajo el colesterol y la presión arterial alta
  • Si es mujer, se le diagnosticó el síndrome de ovarios poliquísticos

Otra alternativa: 

Actualmente, vemos cómo enfermedades crónicas son comunes no solo en personas de edad sino también en jóvenes y hasta niños. Basado en esto, la medicina regenerativa ha tomado fuerza y se ha difundido en la sociedad. Esta rama opta por lo natural y asegura que, los males del cuerpo tienen su raíz en la alimentación y que la solución y remedio están en los alimentos. Su base está en eliminar cinco rubros de la alimentación de la dieta diaria (café, azúcar, harinas de trigo, lácteos y frituras) e ingerir durante el día leche de semillas y batidos de vegetales crudos y frutas. Para pacientes diabéticos esta es la receta:

En un litro de agua licuar pedacitos de 3 cm de: rábano, jengibre, brócoli, vainita, berro o espinaca, pimentón y manzana roja con concha. Una cucharadita de canela, linaza, cúrcuma y cinco semillas de onoto.

Testimonio:

La Sra. María de 76 años de edad y diagnosticada con diabetes tipo 2 hace 20 años, controlaba su alimentación a la par de un tratamiento para este caso. En agosto de 2015, empezó a aplicar el menú de la medicina regenerativa y nueve meses después, en mayo de 2016 prescindió del consumo de sus pastillas para la diabetes (como glucofage y glafornil) e incluso su tratamiento para regular la tensión dejó de ser necesario porque con la alimentación y consumo de batidos, sus valores se normalizaron.

Si quiere conocer más de esta alternativa u otros testimonios consultar al Dr. Carlos Luis Álvarez Boada @DrCLAB

AdvertenciaBMS

Publicidad
Publicidad