Buen apetito, señor presidente

¿Qué comía Carlos Andrés Pérez?

A Carlos Andrés Pérez le gustaba comer bien, pero cuidaba mucho su alimentación, aunque los domingos se permitía un sustancioso cruzado que cocinaba él mismo en su casa

¿Qué comía Carlos Andrés Pérez?
Foto |cortesía
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El presidente Carlos Andrés Pérez (1974 – 1979  /  1989 – 1993) tuvo una vida social muy intensa, aparte de la agitada actividad política en que vivió inmerso desde muy joven. Le gustaba comer bien y lo sabía ejercer a cabalidad, pero hay que aclarar que cuidaba mucho su alimentación, por eso siempre se le vio enérgico, de caminar apresurado, en buena forma, saltando charcos, no en vano el eslogan de su campaña política: “Ese hombre si camina…”

CAP sabía la importancia que tiene la imagen física para transmitir el mensaje de vitalidad y energía que proyectaba. Esa agilidad estuvo presente desde su más tierna infancia y se hizo más notoria cuando ejerció la primera magistratura. Por obligación tenía que atender a múltiples compromisos por lo que toda su vida estuvo marcada por el constante dinamismo en su accionar.

¿Qué comía Carlos Andrés Pérez?
Carlos Andrés Pérez salta charcos en plena campaña electoral. Archivo Audiovisual, Biblioteca Nacional de Venezuela.

Carlos Andrés era un hombre organizado, de lo contrario no hubiera podido cumplir con las intensas agendas de trabajo, familiares y sociales, así como enfrentar los largos itinerarios de viajes que le tocó realizar.

Al asumir el liderazgo político quedaron atrás los desayunos con pisca, y arepa andina de su Rubio natal. El líder dinámico y enérgico dio un vuelco en su alimentación y en la vida adulta le prestaba mucha atención a todo lo que ingería. En la primera comida del día que hacía en su hogar tomaba avena cocinada en agua con una calculada porción de Corn flakes, una taza de manzanilla pura sin azúcar que no podía faltar y ocasionalmente jugo de manzana natural. No consumía pan, refrescos, ni café, y mucho menos quesos y leche, porque decía que no probaba nada que viniera de la vaca.

¿Qué comía Carlos Andrés Pérez?

Debido a la educación y formación andina, la familia siempre fue lo más importante para Carlos Andrés Pérez, por lo que era común que cocinara los domingos en Sothaimar, la quinta de Prados del Este, donde preparaba un sustancioso cruzado, plato que fusiona el sancocho de gallina y el de carne de res con sus vituallas.

1ro de mayo de 1966 Adelso González Urdaneta, Antonio Leidenz, Carlos Andrés Pérez, Luis Beltrán Prieto Figueroa. Archivo Audiovisual, Biblioteca Nacional de Venezuela.
1ro de mayo de 1966 Adelso González Urdaneta, Antonio Leidenz, Carlos Andrés Pérez, Luis Beltrán Prieto Figueroa. Archivo Audiovisual, Biblioteca Nacional de Venezuela.

Era frecuente que el presidente Pérez llevara a “los “muchachos” así se refería a su numerosa prole integrada por Sonia, Thais, Marta, Carlos Manuel, Carolina y María de los Ángeles acompañados de doña Blanca Rodríguez de Pérez, a algún restaurante de la época. La decisión siempre fue acertada porque visitaban los mejores y todos quedaban satisfechos.

 La reina Isabel II de Inglaterra, recibe a Carlos Andrés Pérez y a la primera dama, Blanca Rodríguez de Pérez

Era la época dorada de la Gran Venezuela, cuando hubo muchos restaurantes para todos los gustos, con eficiente servicio y excelente oferta gastronómica.

Carlos Andrés Pérez y Blanca Rodríguez de Pérez entregan certificados a madres cuidadoras

En los italianos, Carlos Andrés Pérez se daba banquete con los espaguetis a la primavera, así como con el carpaccio y las alcachofas a la vinagreta. Sus proteínas preferidas eran la gallina y el pescado. De la mesa de antipastos casi comía todo, pero no era hombre de repetir.

Entre sus restaurantes favoritos estaba Via Appia, al cual iba con mucha frecuencia. “Tenía reservada la mesa número 42, destinada a 4 personas, pero si el grupo resultaba más numeroso se pasaba a la 34 que era redonda”, explica Stefania Fallone, actual propietaria del negocio, transformado en exquisito bodegón de comida lista para llevar.

Acto nacionalización del petróleo. Lo acompañan, Rafael Alfonzo Ravard y Octavio Lepage. Archivo Audiovisual, Biblioteca Nacional de Venezuela.
Acto nacionalización del petróleo. Lo acompañan, Rafael Alfonzo Ravard y Octavio Lepage. Archivo Audiovisual, Biblioteca Nacional de Venezuela.

“Un plato fijo -recuerda Stefania- eran los pimentones rojos asados y todas las pastas que le ofrecía desde la cocina mi mamá, Marisa Fallone, como los Linguini con tomates secos y aceitunas negras y los Penne tre vaselle, por tener una historia interesante y graciosa que contaba mi papá cuando los ofrecía”.

Carlos Andrés Pérez era atendido en Via Appia por su propietario, el recordado Pippo Fallone. Entre las muchas anécdotas, Stefania, hija de Pippo, recuerda el alboroto que provocó la irresponsabilidad causada por un joven que pasaba por el frente del restaurante. Lanzó una piedra que fue a estrellarse contra el vidrio que estaba cerca de la mesa ocupada por el Jefe de Estado.

Via Appia
Marisa y Pippo Fallone en los años 80. Foto cortesía de la familia Fallone

“El estruendo fue horroroso, todos los comensales se quedaron callados -explica Stefania- de inmediato un trabajador de Via Appia persiguió al joven, y logró alcanzarlo. Fue una travesura sin ninguna mala intención del muchacho, quien ignoraba que el presidente Pérez estaba en ese lugar”.

Sus hijas Sonia, Marta y Carolina Pérez Rodríguez recuerdan las comidas en otros restaurantes de Caracas como El Portón cuando se trataba de cocina criolla. La Estancia, Tarzilandia y Lee Hamilton eran sus preferidos por la espléndida oferta de carnes.

 Carlos Andrés pérez
Fachada del Lee Hamilton. Foto archivo

“Cuando quería probar comida española nos llevaba a El Aranjuez, al Urrutia de la avenida Francisco Solano López, y si se trataba de pescados El Barquero se ubicaba entre sus favoritos”, comentan las hermanas Pérez Rodríguez.

La gastronomía francesa también ocupaba un lugar preferente y en ese caso Carlos Andrés Pérez las llevaba al Aventino, Le Gourmet, La Cigogne, La Belle Epoque o Lasserre. A todos estos también acudía con sus compañeros de la lucha política.

La comida china era en El Palmar, ubicado en Colinas de Bello Monte hasta que un incendio selló su destino. En este local ordenaba el pato laqueado que compartía con varios amigos, entre ellos algunos ministros de su gabinete. Así daba cumplimiento al ritual que exige su laboriosa preparación, ejecutada para degustarse en grupo.

En su época de parlamentario a veces almorzaba con sus colegas en El Emperador, el restaurante de los políticos en la esquina de San Francisco, frente al Congreso de la República.

Se presentaba en el Gazebo casi sin anunciarse. En una ocasión originó un angustiante momento, que con el tiempo pasó a formar parte del anecdotario citadino y es narrado por Jackie Traverso, gerente del restaurante, quien en realidad asumía funciones de activo relacionista público y fungía de espléndido anfitrión.

“Todos los presidentes de la República en funciones fueron clientes del Gazebo. Un viernes en la noche -recuerda Traverso- con la sala llena a reventar, sin previa reservación apareció el mayor Gonzalo Bajares, edecán del entonces presidente Carlos Andrés Pérez, anunciando que éste llegaría en 10 minutos”.

Carlos Andrés Pérez y Felipe González firman el Tratado de Libre Cooperación entre Venezuela y España.
Carlos Andrés Pérez y Felipe González firman el Tratado de Libre Cooperación entre Venezuela y España.

La agilidad de Jackie Traverso solucionó la inesperada circunstancia al invitar el postre con champaña a un grupo de amigos para que cedieran su mesa. Ante esa grata y tentadora oferta los clientes, sin pensarlo mucho, se trasladaron a la barra. La mesa estaba lista para CAP y sus acompañantes. El primer mandatario nunca se enteró de las angustias del habilidoso Traverso.

En varias ocasiones, Carlos Andrés Pérez visitó el restaurante Ritz, también de Jackie Traverso quien, junto a su chef Nelson Méndez, recuerdan que Carlos Andrés Pérez iba con su abogado Reynaldo Gadea Pérez.

En una ocasión al finalizar el almuerzo, y de una manera muy discreta, Traverso se le acercó al abogado Gadea Pérez para pasarle la cuenta, éste inmediatamente le comentó, “Carlos Andrés Pérez es mi cliente, pásale la cuenta a él”, y sin chistar todo lo consumido fue pagado por CAP. En otras oportunidades se repetía este acto, el presidente pagaba su cuenta.

Haciendo uso de su memoria, el chef Nelson Méndez cuenta que en la dura época que Carlos Andrés fue conminado a permanecer preso en la situación de casa por cárcel, en la quinta 88 de Altamira, en varias ocasiones solicitó comida al restaurante Biarritz y repetía su encargo que era Asado negro caraqueño acompañado de fettuccini en salsa de champiñones. También le gustaba mucho el Churrasco de mero con vinagreta de alcaparras bebé.

En cuanto al consumo de alcohol, el presidente Pérez también era sumamente prudente, lo que es propio de quienes no quieren ni deben perder el control. Carlos Andrés Pérez lo ingería en pequeñas cantidades y ocasionalmente. Se mantenía con un trago de whisky, a lo sumo dos, durante toda la reunión. Sin lugar a dudas, la vitalidad de Carlos Andrés Pérez estaba unida a ese instinto de preservación que obliga a ser un gran observador, que era otra de las características del hombre de Rubio.

Créditos de las fotos

Historia de Venezuela en imágenes. Fundación Polar
Archivo Audiovisual, Biblioteca Nacional de Venezuela
Wikipedia


Bibliografía general de la serie «Buen apetito, señor presidente»

ALONSO, Elia. Así se come en mi pueblo, Fundación Tere Tere. Caracas 2012.
AZUAJE M., Vida Luz. Anales históricos del Círculo de la Fuerza Armada de Venezuela. Gráficas Armitano C.A. Caracas 2000
CARRERA DAMAS, Germán. Elogio de la gula. Editorial Alfa. Caracas 2014
CARTAY, Rafael. El pan nuestro de cada día. Fundación Bigott. La Galaxia. Caracas 2003
DOMINGO, Giuseppe. Mimmo a la putanesca. Grupo Editorial Cedies. Caracas 2001
EASTSIDE MAGAZINE. Eastwebside.com 7 de julio de 2022
FIHMAN, Ben Amí. Los cuadernos de la gula. Línea Editores, Colección Yantares. Caracas 1983
HERNÁNDEZ PEÑA, Larissa. Los alimentos en Rómulo Gallegos. Un recorrido humanista y civilizador por la geografía de Venezuela. Revista Carátula, Número 120. Junio 2024
LOVERA, José Rafael. Retablo gastronómico de Venezuela. Fundación Artesano Group. Editorial Arte. Caracas 2014
MORÓN, Guillermo. Los Presidentes de Venezuela 1811 – 1979. Meneven. Italgráfica Impresores. Caracas 1979
POPIC, Miro. Comer en Venezuela. Miró Popic Editor C.A. Editorial Arte-Soluciones Gráficas. Caracas 2013
POPIC, Miro. El señor de los aliños. Miró Popic Editor C.A. Editorial Arte-Soluciones Gráficas. Caracas 2017
MAZZEI BERTI, Jesús Enrique. Deleites de un comensal. Gráficas Lauki. Caracas 2019
YANES, Oscar. Cosas de Caracas. Editorial Planeta. Caracas 2003

Haga clic aquí para leer los otros capítulos de la serie «Buen apetito, señor presidente» del investigador Alberto Veloz.

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