De sus exploraciones y del trabajo en diferentes plantaciones, Cakawa seleccionó granos de 4 zonas para hacer un paseo sensorial. Los chocolates seleccionados provienen de Caripito, en Monagas; Chuponal, en el cerro barinés; Trincheras, en Carabobo y San José, en Miranda
En sus cuatro puntos cardinales, la tierra venezolana es capaz de obsequiar cacaos plenos de aromas y notas gustativas florales y frutales que cautivan a los conocedores de todo el mundo. En chocolate, Venezuela es más que Chuao. Sorprenden las sensaciones que producen los granos de otras zonas del país. Es un «país del cacao» y precisamente así se llama la nueva colección de tabletas finas de origen de la marca Cakawa.
Como exploradoras del cacao que son, las dueñas de Cakawa, Soraya y Esther María, han escudriñado plantaciones y se han aliado con productores para elevar los granos, con procesos correctos de cosecha y postcosecha. De esa experiencia y conocimiento seleccionaron 4 cacaos finos de origen para crear su nueva colección de chocolates: El país del cacao.
La idea de Soraya y Esther María es ofrecer un recorrido por los sabores y olores del país del cacao. Se trata de una colección con tabletas elaboradas con granos procedenes de San José de Barlovento, en Miranda; Trincheras, en Carabobo; Caripito, en Monagas y Chuponal de Pedraza, en Barinas.
En la colección de El país del cacao se podrán encontrar los siguientes aromas y sabores.
Caripito. En esta tableta de las montañas de Monagas se percibirán tonos frutales y de melaza. Está formulado al 71% de cacao.
Chuponal. Esta población está en Pedraza, al pie del cerro de Barinas y es, al decir de Soraya, una de las dos zonas que mejor cacao producen en Venezuela. En su chocolate se hallarán notas de frutas rojas, miel y cereza. También está formulado al 71% de cacao.
Trincheras. Lo termal de esta zona de Carabobo le aporta una leve mineralidad a la tableta, que la hace muy interesante. Resaltan notas de especias, uvita, melaza y avellana. Por su intensidad se formuló al 67%.
San José. De esta población de Barlovento, en Miranda, proviene el cuarto chocolate de la colección. Como es de esperarse de esta zona «ardiente y del tambor», el plátano maduro resalta en el chocolate y se complementa con frutas rojas maduras. Es el más puro de los cuatro, formulado al 75%.
«Todos los chocolates tienen trazabilidad. Se conocen las historias de cada una de las haciendas, de las familias que cultiva
cacao», dice Soraya.
La práctica de la trazabilidad es norma en Cakawa, pues todos sus chocolates son bean to bar, es decir, del grano a la tableta. Son piezas elaboradas con granos seleccionados, sin gluten, sin lactosa ni soya y bajos en azúcar «para conservar el terroir de los orígenes de cada varietal con el que se trabaja», complementan las dueñas de la marca.
«Esta colección El país del cacao pasea por aromas y sabores de Venezuela, con notas de plátano maduro, panela, frutos rojos, malta y frutos secos. Son sabores que están en el propio grano, nada de eso se agrega», aclara Soraya.
El contenido de cada chocolate es solo cacao, manteca de cacao y azúcar.
Los buenos chocolates son dignos de catarse, por la riqueza sensorial que generan. En Cakawa buscan que los comensales opten por armonizar sus tabletas con café y otras infusiones calientes, y varios licores (no solo con ron).
En este sentido, ofrecieron catas fuera de lo común en la I Expoferia del Cacao y el Ron de Miranda, que se celebró en el parque de La Carlota en julio y una muy especial el 3 de agosto en Quiero 1 Café, cafetería de Los Palos Grandes que solo trabaja, como Cakawa, con granos finos y seleccionados, y que cumplió 3 años ese mismo día.
La cata la dirigió Soraya, acompañada de René Orellana, de Quiero 1 Café, que presentó granos de café de Portuguesa y Mérida.
Para los tres primeros chocolates, de formulación de cacao más baja, Orellana coló el café, mientras que para la tableta con cacao de San José, más fuerte, apeló por un espresso con granos de Mérida.
La forma correcta de catar cacao y café finos de origen es la siguiente: Se parte un pedazo pequeño de la tableta de chocolate y se deja disolver en la boca, sin café. Luego, cuando termina, se parte otro trozo y se introduce en la boca junto con un sorbo de café. Se dejan fusionar.
Esto se hace para apreciar los sabores del chocolate antes y después del café, pues son muy distintos. La bebida caliente, en contacto con el chocolate, también despliega aromas y sabores diferentes.
El pack de El país del cacao se vende solo en la sede de Cakawa Chocolates o por delivery.
Ubicación. Primera Transversal de Altamira y la Calle San Felipe, PB del edificio Mónaco, diagonal a la plaza Francia,
Horario. De martes a domingo, de 11 am a 7 pm.
Delivery. Sí, solicitándolo a través de su cuenta de Instagram @vecakawa o por el WhatsApp 0412-411.5733.
Precio. 14 dólares por las 4 barras, de 40 gramos cada una.
Además del chocolate producido con cacao cultivado por la familia Tunarosa en Barinas, la Agencia para la Valorización de Productos Agrícolas reconoció una tableta de Patanemo
Para celebrar los 10 años del programa Emprendedoras del chocolate, que llevan a cabo Trabajo y Persona y María Fernanda Di Giacobbe con su marca Kakao, se presentó la colección San Benito, con dos especiales tabletas impregnadas de café Barento y de ron Pampero
Zoku en Japón, Aroko en Italia y Cao Chocolates en Miami son algunas reconocidas marcas, fundadas por migrantes, que utilizan cacao venezolano
