El chef colombiano Álvaro Clavijo visitó Caracas para mostrar algunos de los platillos que forman parte del menú de El Chato, en Bogotá, restaurante que ocupa el quinto lugar en la prestigiosa lista 50 Best Latin América
Egresado de la Escuela de Hostelería de Barcelona, Álvaro Clavijo ha construido un estilo propio tras su paso por reconocidos restaurantes del mundo, incluidos Le Bristol, L’Atelier en París, Per Se y Atera en Nueva York, además de Noma, en Copenhague.
“Siempre me preguntan qué tipo de comida hacemos en El Chato y es muy difícil dar esa definición. Lo único que puedo responder es que nos inspiramos en los proveedores locales y, a partir de ahí, construimos un plato que la gente puede pedir a la carta, así que la mejor forma de nombrarlo para mí fue como un bistró contemporáneo”, puntualiza Álvaro.
Cangrejo, mashua y arroz. Foto cortesía Archivo de El Chato
Tras su periplo internacional, en 2015 el joven cocinero regresó a Colombia de vacaciones pero, por motivos personales, se vio obligado a permanecer en Bogotá. Tomó la decisión de encender fogones en la ciudad neogranadina con líneas de pensamiento muy claras, como que no quería “un restaurante de manteles blancos”.
Al contrario, Álvaro quería hacer comida buena y sabrosa, un lugar al que la gente quisiera -y pudiera- volver varias veces a la semana en lugar de una vez cada seis meses, y parece que eso ha jugado un papel importante en su éxito.
Corazones de pollo con papas, suero costeño, pepinillos, cebolla, ají, acedera y huevos
Álvaro Clavijo y El Chato
El Chato abrió sus puertas en 2017 como un bistró contemporáneo en la zona de Chapinero Alto. Chato es una expresión bogotana para referirse a una persona y de esa manera Álvaro quiso rendirle un homenaje a su ciudad y a los productos locales.
Paté, vinagre, yuca y moras. Foto archivo El Chato
Desde que encendió fogones, se ha vinculado con pequeños productores los cuales le mandan sus mejores ingredientes. La relación es muy cercana, al punto que con algunos ha desarrollado productos o ha conseguido que siembren otros que no estaban cultivando.
La carta va cambiando según lo hace la oferta de productos e ingredientes cercanos pero hay platos que están desde el inicio del restaurante y que los clientes siguen pidiendo, volviéndose ya unos clásicos.
Túetano, tucupí y caracoles. Foto archivo El Chato
Tan cuidadoso es el chef con los ingredientes que usa que, en sus maletas de la visita a Caracas, viajaron 80 kilos de productos, utilizados en la cena que ofreció junto con Issam Koteich, del restaurante Cordero.
Issam Koteich, chef de Cordero. Foto Archivo Cordero
Tras ocho meses de exitosa operación, el restaurante caraqueño Cordero organizó esta visita de Álvaro Clavijo, director gastronómico y socio del Restaurante El Chato, en Bogotá, una propuesta gastronómica que hoy ocupa el quinto lugar en la prestigiosa lista 50 Best Latin América y que estuvo en Caracas durante varios días para cocinar y fusionar culturas gastronómicas junto con Issam Koteich, además de visitar la finca de Proyecto Ubre, donde se crían los corderos para uso del restaurante.
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