Con una fórmula propia que las hace más esponjosas, con toppings hechos por ellos mismos y decenas de sabores, José Miguel y Carolina han llegado con sus cheesecakes a numerosos restaurantes y hogares de la ciudad (e, incluso, un poquito más allá)
Cada vez que José Miguel y Carolina Cacciabudo viajaban a Estados Unidos, lo primero que hacían era aterrizar en Cheesecake Factory. Amantes de las tortas de queso estilo Nueva York, probaban todos los sabores y volvían una y otra vez. Quizás fue así como nació, hace muchos años y sin ellos saberlo, lo que hoy es su pasión: Anix Cheesecake.
Hace casi 5 años que José Miguel y Carolina fundaron esta marca de tortas de queso estilo americano, pero con una fórmula propia que fueron construyendo tras muchas pruebas. El resultado se traduce en cheesecakes muy esponjosos y consistentes, sin exceso de azúcar para que se pueda apreciar el sabor de las mermeladas y salsas que también son hechas por ellos. A la base de galletas le dieron un giro, agregándole un ligero toque de especias y frutos secos que le dan un sabor más untuoso y, a la vez, crujiente.
«Durante la pandemia, Carolina, que ha hecho cursos de repostería, decidió hacer cheesecakes para merendar en la casa. Mi hijo y yo los probábamos. Hizo cinco, porque los primeros cuatro no nos convencían. Pero, cuando hizo el quinto… eso fue una locura, nos transportamos a Cheesecake Factory de inmediato», cuenta José Miguel, que ahora se ocupa de las ventas y de ayudar en la producción de los cheesecakes.
La idea de venderlos fue de José Miguel, que se dedicó a ofrecerlos a los restaurantes. Su primer cliente fue Sempre Dritto, en El Hatillo. Ahora llegan a varios, entre ellos Pazzo, Bellevue, Casa Ibérica, Casa Puglia, La Taberna del Navegante, Oceánica y Casa Nostra.
La mayoría de los cheesecakes de Anix son los esponjosos estilo Nueva York, de los que ahora tienen varios sabores, pero también han hecho variaciones como el cheesecake tipo vasco y el de queso manchego.
Uno de sus sellos es el cheesecake Dúo, que es mitad tradicional con topping de fresa y mitad crumble alemán con manzana y canela, ideal para los fanáticos de las texturas crujientes. Claro que también se venden en tortas enteras y ese pastel con sabor germánico se ha convertido en uno de los favoritos.
Hace varios años que tienen el cheesecake de pistacho, que ahora se pide más por lo viral que se ha hecho este fruto seco. En esta versión hasta la crema lo lleva. El topping es crema italiana de pistacho (una de las pocas excepciones en que la crema no es hecha por ellos mismos), y le agregan crumble y pistachos troceados.
La de Lotus tiene un grupo de comensales fieles, amantes de esta galleta. Además, le agregan pecanas y crumble.
Una de sus creaciones con giro venezolano es la cheesecake de quesillo, con una textura particular y caramelo encima. Los hacen de sabor original y de coco.
El típico cheesecake estilo Nueva York, que originalmente es de fresa, también lo hacen de guayaba, naranja, parchita, Nutella, Oreo, dulce de leche, caramelo salado hecho en casa (al igual que las mermeladas), entre muchos otros sabores, y tienen una versión «Reinita» con jalea de fresa y crumble alrededor.
La cheesecake vasca, inspirada en la original de La Viña, es gluten free, igual que la de Manchego que es la favorita de quienes aman los sabores intensos en los quesos. Esta es muy especial porque es una mezcla de queso crema (el tradicional de los cheesecakes estilo Nueva York) con manchego rallado en la mezcla, por lo que quedan tropezones de este queso español que ofrece un sorpresivo pico de sabor. Estas tortas, que no tienen base de galleta, se pueden pedir con topping, si el comensal lo desea.
José Miguel y Carolina están totalmente dedicados a Anix Cheesecake y, cada semana, venden cerca de 60 tortas de queso. «Estamos decididos a hacer crecer nuestra marca, a que todos disfruten lo que preparamos con tanto amor. Porque te puedo asegurar algo: somos muy felices haciendo esto«, dice José Miguel.
Instagram. @anixcheesecake
Algunos sabores y precios (de 8 pulgadas, de 8 a 12 porciones). Plain, sin topping, $34; de fresa, 37; tipo Reinita, 38; Crumble alemán y manzana, 38; Dúo, 39; de parchita o guayaba, 38; Oreo, 39; Salted caramel y crumble, 38; Lotus y crumble, 45; de pistacho, 39; de pistacho deluxe, 42; estilo Crema Real, 42; estilo La Viña con Manchego y topping (de fresa, o de Manchego gratinado), 38; de Manchego sin azúcar (endulzado con Monk Fruit), 42; Quesillo cheesecake, 40.
Encargos. Con 2 días de anticipación.
Delivery. Sí, a toda Caracas, con un costo adicional.
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