El fogón creativo

Torta Bejarana, exquisita receta para la blancura

Santiago de León de Caracas, ciudad golosa, quedó a los pies de una preparación que combinaba ingredientes sencillos y populares. Tal fue la seducción que, según la leyenda, permitió a sus creadoras el ascenso social más rápido de la historia colonial de la entonces Capitanía General de Venezuela, es la torta Bejarana

torta bejarana
Foto cortesía @elfogoncreativo |composición de imagen Yiseld Yemiñany
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Eran tres las Bejarano, y en los fogones familiares se creó y horneó la torta más popular en la Caracas colonial. Aprovechando productos de fácil acceso, manteniéndose alejadas de sofisticaciones europeas y con un adelantado equipo de mercadeo lograron estar en las mesas más elegantes de la sociedad caraqueña con su famosa torta Bejarana.

Papelón, plátano bien maduro, especias dulces, algo de queso rallado para el toque de contraste y el imprescindible pan de horno, todos disponibles en la despensa diaria se mezclan en la receta de Belén, Eduvigis y Magdalena.

Torta bejarana elaborada y fotografiada por @elfogoncreativo

El pan de horno, que aporta la textura característica a la torta, se elabora con maíz cariaco, variedad del cereal cuyo grano es más grande, alargado y redondo, resultando una masa arenosa en la que se sienten minúsculos tropezones.

Por su parte el papelón, usado generosamente en la cocina venezolana, aporta un tono dulce levemente salobre y delicada humedad a la miga para hacerla aún más provocativa.

Era tradición en aquella Caracas de calles empedradas escuchar a los vendedores callejeros anunciar que llevaban en sus azafates, cubiertos con impecables paños blancos, los trozos de la caraqueñísima torta bejarana.

La leyenda de la torta Bejarana

Cuentan que fue tan exitoso el negocio de las tres hermanas, que lograron reunir los fondos necesarios para solicitar a su majestad el Rey la aplicación de la Real Cédula de Gracias al Sacar de 1795, que les permitiera disfrutar de los privilegios sociales de los blancos de la época que, por ser pardas, nunca habían vivido.

Torta bejarana
Torta bejarana elaborada y fotografiada por @elfogoncreativo

La leyenda de la Torta Bejarana, y sus creadoras, continúa narrando que al llegar a la misa en la iglesia mayor con los atavíos que correspondían a las damas blancas, esto es mantilla y la infaltable esclava con la alfombra enrollada bajo el brazo, fueron recibidas por el mantuanaje caraqueño que sin piedad, a pesar de amar la torta, gritaba: “Que no son blancas las Bejarano”.

Tal parece que las insistentes presiones de los blancos peninsulares y criollos frente al cabildo y la corte dieron fruto, pues finalmente Su Majestad corrigió el documento señalando: “no son blancas las Bejarano, pero sean tratadas como tales”.

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