La solidaridad se alimenta en un barrio de Ruiz Pineda
Madres venezolanas se unen a la iniciativa Alimenta la Solidaridad para combatir el hambre entre los niños de su zona
Madres venezolanas se unen a la iniciativa Alimenta la Solidaridad para combatir el hambre entre los niños de su zona
Desde el comienzo de la crisis económica, la mujer venezolana ha tenido que asumir un papel importante. En estos tiempos que atraviesa Venezuela, donde la crisis agobia y arrincona, es importante reconocer los esfuerzos que todas las madres han tenido que hacer, incluyendo peregrinar en cola en cola para conseguir los alimentos básicos.
Uno de sus grandes apoyos ha sido la red Alimenta la Solidaridad, que ayuda a madres de distintas zonas deprimidas económicamente a garantizar alimentos a los niños de la vecindad.
Una de estas zonas es el barrio 19 de marzo de Ruiz Pineda, en Caracas. En la pequeña casa de Yeniré Azuaje, líder comunitario de la red, hay un comedor para los niños de la zona. Esta joven madre de treinta años, comenzó como voluntaria en uno de los comedores de Alimenta la Solidaridad y poco a poco fue aprendiendo sobre los requisitos que se necesitaban para abrir un nuevo comedor.
(Vídeo de Daniel Hernández con edición de Killa Flores)
Un total de 55 niños, hasta el momento, de Ruiz Pineda, son los que tienen la oportunidad de acceder al comedor comunitario. No obstante, Yeniré en algunos casos hace una pequeña excepción para sumar otros niños de familias con bajos recursos y los que presentan un notable índice de desnutrición.
A Yeniré la acompañan 20 madres, cinco para cada día de la semana.
Desde una pequeña bebé de 5 meses hasta niños de 12 a 13 años, se benefician de este programa que, con tan solo dos años, llevan 20 comedores en el área de Caracas y más de 60 comedores a nivel nacional como Anzoátegui, Lara, Miranda, Carabobo, Mérida, entre otros. Y seguiremos contando.
Cada pequeño rincón de la casa de Yeniré se llena de la inocencia y las risas de los más pequeños de lunes a viernes, que se suman a los aromas de las comidas que las madres preparan con amor, trabajo y constancia para sus niños y para otros pequeños de la comunidad. Así pudimos constar en una visita al comedor de Yeniré, en el barrio 19 de Marzo.
Además de nutrirse, los niños disfrutan de las actividades pautadas por las madres y algunos invitados especiales. La semana pasada, por ejemplo, fue Vanessa Boulton, diseñadora venezolana, quien compartió con madres y niños en una sesión de dibujos.
La desnutrición infantil agravada por la crisis es un tema preocupante. Cada día que pasa son más los niños que no reciben los alimentos necesarios para crecer sanos y fuertes, lo cual afecta a su desarrollo. Para que un niño de la comunidad ingrese a los comedores comunitarios de Alimenta la Solidaridad, debe de estar pesado y tallado. Cada día el niño contará con una comida completa, de lunes a viernes.
Cada comedor funciona gracias a las madres que, en este caso, desde las seis de la mañana están en la cocina preparando lo que será el menú del día. Una sopa de costilla o un arroz con carne, ensalada y yuca, pueden ser algunos de los platos del menú de la semana. Antes de comer, los niños deben de lavarse las manos con jabón antibacterial y se les da una cucharada de Wampole. Se sientan en la mesa y antes de probar su comida del día, agradecen al Señor por los alimentos que han sido colocados en su mesa.
Un total de 500 madres se ha involucrado en este trabajo y, a pesar de las represalias que el gobierno ha tomado en contra de ellas y sus familias como quitarles las cajas de comida CLAP y los bonos implementados a través del sistema Carnet de la Patria, sobre todo a las madres que ofrecen su casa como comedor, han seguido adelante con esta maravillosa iniciativa.
Alimenta la Solidaridad es una organización que busca ofrecer soluciones sostenibles a las familias del país y, con tan solo dos años ha creado una red de embajadores que buscan difundir un mensaje de empoderamiento en las comunidades.
Al mismo tiempo, cada una de las madres involucradas, también reciben capacitaciones para saber cómo desenvolverse en las actividades. Además junto con la Universidad Central de Venezuela se realizará una capacitación de más de 20 horas académicas para que las mismas puedan tomar las medidas antropométricas de los niños de calidad, para que ellos vean que pueden resolver sus problemas y que solo deben de aprender a cómo hacerlo.
No todos los niños que presentan índices de desnutrición pueden ser atendidos en los centros médicos ya sea porque no tienen los recursos o porque no se consiguen los insumos necesarios para los tratamientos. Es por ello que en Alimenta a la Solidaridad, se busca ofrecer las herramientas para que las personas sepan cómo resolver los problemas y empoderarse de la situación, explica Ana María, representante de la organización Alimenta la Solidaridad.
Los sectores donde se ubican estos increíbles comedores han surgido gracias por los líderes comunitarios, quienes identifican las comunidades que necesitan de la presencia de un comedor basándose en distintos criterios que, al no ser cumplidos, puede hacer difícil que se establezca un comedor.
Una de las palabras que mejor describe al venezolano es la solidaridad. Y ese valor traspasa las fronteras.
La unión hace la fuerza y cuando las personas se unen para un fin común, se garantiza el éxito porque son las energías positivas nuestro motor que impulsa cada una de nuestras acciones hasta alcanzar nuestras metas.
A las madres venezolanas, a través de esta nota, queremos agradecerle por su lucha del día a día.