Pastelería El Cisne: 55 años especializada en el arte de los dulces fríos
En 1968 se fundó esta pastelería de La Candelaria. Su producto estrella es la milhojas, que trabaja con la misma delicadeza que hace décadas, transmitiendo el oficio a nuevas generaciones. Hace pocos meses, y por primera vez en su historia, abrieron una segunda sucursal
Preparar el hojaldre tiene una técnica muy precisa. Iris Rodríguez, socia de la Pastelería El Cisne, comenta que presionar, extender e integrar la mezcla con la mantequilla requiere paciencia y concentración para levantar las capas. El hojaldrero puede tardar más de dos horas en el proceso, porque debe alternar el amasado con la refrigeración. Por eso, la milhojas con crema pastelera es uno de los postres fríos más emblemáticos de la pastelería, por la rigurosidad en su preparación y la selección de ingredientes de buena calidad.
“El hojaldre es delicado y no todas las personas lo pueden hacer. Hace más de 20 años, manos especializadas nos enseñaron a prepararlo y, desde entonces, la milhoja tradicional con crema es el producto estrella de la Pastelería El Cisne. Richard Cárdenas era un hojaldrero estupendo, le pasaba el cepillo a la preparación con mucha suavidad después de sacarla de la máquina, sin hablar, la cruzaba y la amasaba”, acota Rodríguez.
“Nuestra propuesta de elaborar dulces fríos se mantiene desde que se inauguró la pastelería, como la Selva Negra, la milhoja de arequipe, profiterol, la torta Flor del Cisne –que es nuestro postre distintivo–, tartaleta de fresas, fraisier, ópera, mousse de parchita, brazo gitano de melocotón, torta Charlotte, marquesa de chocolate, quesillo, torta de piña volteada, cheesecake, tres leches y el pie de limón”, afirma Iris Rodríguez mientras nos muestra la exhibición en la vitrina.
El menú de Pastelería El Cisne también incluye lonchería y dulces secos. Ofrecen hamburguesas, bagels, sándwiches, empanadas, croissants rellenos de queso y jamón de pavo, cachitos de jamón, torta de pan, quesadillas, bombas rellenas de crema pastelera, pan de leche, palmeritas, ponqué de vainilla, golfeados, roscas con chocolate, ambrosias, piñitas, galletón, pasta seca, mini conservas de coco, pastelitos, entre otros.
La torta Flor del Cisne es un postre frío, elaborado con un bizcocho liviano relleno con crema pastelera, trozos de melocotón y gotas de chocolate oscuro, con cubierta de chocolate blanco. En Instagram, publican todos los postres, según la tradición. El perfil es @pasteleria.elcisne
Tres momentos históricos
Iris Rodríguez recuerda: “El fundador fue un italiano de apellido Cataldo que creó la empresa en 1968, en la esquina de Puente República, hacia la Avenida Panteón. La pastelería abrió al público por primera vez el 26 de agosto de 1970″.
Continúa contando Iris que, luego, Cataldo vendió a una familia de gallegos, que mudaron la operación a la esquina de Puente Yánez, en la urbanización La Candelaria. Primero alquilaron el local, en el edificio Apolo, donde funciona actualmente y, después, adquirieron la propiedad. Desde 2015, una familia venezolana-lusitana administra el establecimiento.
Y, lo más novedoso en la evolución de esta tradicional pastelería es que, desde mediados de noviembre, comenzó a funcionar una nueva sucursal en alianza con Beco La Candelaria, en la Avenida Sur 9, a pocos metros de distancia. Ambas sucursales de la Pastelería El Cisne están operativas.
Actualmente, la Pastelería El Cisne emplea a 19 personas en un solo turno de 7:00 am a 4:00 pm. El chef pastelero, Fabián Madera, lleva 4 años preparando los postres fríos. Madera aprendió el oficio con su tío cuando vivía fuera de Caracas. En Pastelería El Cisne empezó con la repostería, luego bollería y, finalmente, con la pastelería.
“Lo más satisfactorio de trabajar en la pastelería es el contacto con el público. Me gusta escuchar sus felicitaciones porque les encantó un pastel o un dulce frío. Me gusta recibirlos nuevamente cuando quieren encargar las tortas de sus seres queridos, ver las diferentes generaciones, la madre con la hija, que vienen al negocio a comprar la torta familiar” señala Iris Rodríguez, maestra jubilada y madre de dos hijos.
Y agrega: “En la medida en que las personas trabajan con pasión, así como decían en la película Como agua para chocolate, haciendo lo que más les gusta y con armonía en sus emociones, los resultados son mejores. Cualquier persona que tiene deseos de aprender puede crecer y rotar en los diferentes puestos dentro de la empresa. Somos una pequeña escuela y formamos jóvenes, sin experiencia, para que aprendan a preparar café, sándwiches y en la cocina, como ayudantes de panadería”.
Dónde. Tiene dos sedes, ambas en La Candelaria: la principal está en la esquina de Puente Yánez, edificio Apolo, Planta Baja. La segunda está en la sede de Beco La Candelaria, en la avenida Sur 9.
Horarios. De 7 am a 4 pm. en la sucursal principal y de 9 am a 6 pm en la sucursal de Beco La Candelaria.
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