El pez león: exotismo en un plato
El pez león ha plagado las costas de El Caribe, afectando fuertemente la fauna y flora autóctona de Venezuela. Sin depredador natural en aguas criollas, el único método de reducir su impacto es consumiéndolo
De la familia scorpaenidae, el pez león, es fácil de reconocer por sus llamativos colores rojo y negro. Tiene, además, dos grandes aletas que le dan una apariencia majestuosa —por lo que es conocido como un pez de acuario. Usualmente, mide entre 30 y 40 centímetros, con un peso promedio de 1,2 kilos. Es famoso por contar con 18 espinas dorsales que tienen un potente veneno —letal para otras especies— que sirven como mecanismo de defensa. Esta sustancia tóxica no es mortal para los humanos, aunque sí causa un gran dolor e inflamación.
En los últimos años las costas del mar Caribe se han visto afectadas por un intruso que está causando estragos en su fauna y flora. El pez león, nativo del océano Índico y Pacífico, apareció a finales del siglo pasado en el océano atlántico, de acuerdo a investigaciones realizadas por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia. Por estos lares, no tiene depredador natural.
El rápido crecimiento de la población de pez león ha preocupado a todos los sectores de la comunidad marina de El Caribe. Han fraguado iniciativas internacionales para combatir sus efectos. En Venezuela, la Fundación Top Fish, el Centro de Biodiversidad Marina de la Universidad Simón Bolívar y la Fundación Los Roques son algunas organizaciones que han mostrado un interés.
Concientización
El primer paso es conocer al invasor, su posible impacto y cómo proceder para minimizar las eventuales consecuencias al ecosistema marino. Esta ha sido una de las metas de la Fundación Top Fish, desde donde Ramiro Sosa ha buscado informar a la población sobre esta especie y sus consecuencias. “No lo tomamos en serio hace cuatro años y el pez león se ha multiplicado de forma impresionante afirma con humildad. De ahí la importancia de la acción que se tome con la intención de controlar su progresivo avance en aguas venezolanas. “Se ha reportado su presencia en Margarita y península de Paraguaná”, de acuerdo con el Centro de Biodiversidad Marina de la USB.
El principal problema es que no tiene un depredador natural, al ser una especie nueva en el medioambiente marino caribeño. Muchos de los peces que podrían cumplir esta labor —meros, pargos o diversos tiburones— no lo ven como una fuente de alimento debido a su apariencia. “Lo ven como un alga, por lo tanto no lo relacionan con alimento”, afirma el ictiólogo Oscar Lasso de la Fundación La Salle.
Gracias a esta libertad que tiene el pez león se alimenta de “camarones, cangrejos, crías de langosta, juveniles de mero y pargo, huevas y hasta pulpo”. También herbívoros lo que perjudica a los arrecifes ya que las algas crecen en exceso y acaban con el ecosistema. “La clave para su control pasa por educar a la gente para que sepa que se puede consumir”, suscribe Lasso.
Pesca y consumo
Los métodos tradicionales de pesca no son efectivos para capturarlo. Se requiere realizar la pesca submarina, que consiste en utilizar un arpón. No es masiva y también complicada.
Bajo esta premisa, la fundación Top Fish tuvo la iniciativa de promover la “Primera válida nacional de pesca del Pez León” en la isla La Tortuga. Con el apoyo del Ministerio del Poder Popular para el Turismo reunieron a 90 buzos, divididos en 48 equipos. Capturaron 362 ejemplares en una jornada de seis horas. El evento sirvió también para apoyar a la Fundación La Salle en labores de recopilar información vital.
Finalizado el día, se procedió a una demostración con chefs invitados sobre distintas formas de preparación y deguste. De igual manera, sirvió para informar sobre el cuidado que hay que tener en el manejo del pescado y la manera correcta de remover las espinas dorsales y posteriores, lugares donde se concentra el veneno. Se cumplió con unos de los objetivos al promover el consumo de manera personal y comercial en distintos restaurantes y hoteles. Muchos lo estiman como un plato exótico.
Plato exótico
A Caracas ya ha llegado el pez león. Durante un viaje a Los Roques, el chef Juan Seara vio un par de pescadores desecharlo. Cuando se enteró que era el pez león, investigó al respecto hasta averiguar que efectivamente es comestible. Quiso probarlo. Seara ofrece distintas presentaciones de este espécimen en su restaurante Wok & Roll, ubicado en la urbanización Los Palos Grandes del municipio Chacao. “No lo tengo siempre, cada dos o tres semanas”, comparte. “Crudo no sabe a nada”, razón por la cual no lo ofrece como tartar, pero agrega: “a medida que lo vas cocinando agarra más sabor”.
En el afán de tratar de rendir al máximo el producto empezaron las pruebas y los experimentos más avanzados. Razón por la que el pez león tiene distintas presentaciones: un delicioso curry, en un ceviche clásico o tiradito. La manera más exótica son las aletas fritas, que tienen un espectacular sabor marino, pero de la manera más inusual y llamativa que se pueda imaginar, un plato que él considera “increíble”. Gracias a su experiencia ha notado que mientras más se cocina más fuerte es el sabor que obtiene —por lo que podría ser muy efectivo para “hacer concentrado de pescado”.
En los hoteles Venetur comenzarán a ofrecer platos usando el pez invasor en sus 14 restaurantes gourmet en todo el país. “Es la única manera de controlarlo”, informó el Ministro del Poder Popular para el Turismo, Andrés Izarra. Para Seara una de las principales cualidades de este pescado es su frescura. Un grupo de una escuela de submarinismo le despacha cada dos o tres semanas y el producto le llega recién sacado del mar. Por esta razón considera que es importante concientizar a las personas que viven y trabajan cerca de playas y zonas costeras, para que sepan pescarlo y consumirlo.
Más allá de que lo ofrezcan en restaurantes en las ciudades, este cocinero considera que por sus características se presta para ser un producto que vendan en cualquier kiosco o tarantín de playa: “lo ideal es que uno esté en una playa en Sucre u otro lado y ese sea el pescado frito que te ofrezcan en la playa”.
Problema continental
Seara ha sufrido de manera directa el impacto que ha tenido el invasor en las costas venezolanas. Ha tenido que reducir su oferta de langosta, un plato que ofrecía con frecuencia durante su temporada en Wok & Roll y favorito de los comensales. Sin embargo, en los últimos años se consiguen langostas muy pequeñas o los pescadores no tienen mucho más que ofrecer, lo que él considera que va a llevar a la prohibición de su captura.
Los esfuerzos que están realizando las fundaciones locales y el Mintur para concientizar a los bañistas y usuarios son acordes a los esfuerzos internacionales que se están llevando a cabo en El Caribe y las costas del Pacífico. La Iniciativa Internacional sobre los Arrecifes Coralinos publicó, a través de su página web www.icriforum.org, la “Estrategia Regional para el Control del Pez León Invasor en el Gran Caribe”. Establecen las posibles consecuencias de la plaga y un plan de acción.
Este texto contó con la participación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente —PNUMA—, el Programa Ambiental del Caribe, el Centro Regional de Actividades del Programa SPAW, la Comisión Natural de Áreas Naturales Protegidas de México, la NOAA —Administración Nacional del Atmósfera y el Océano de los Estados Unidos de Norteamérica— y la asociación Reef Check República Dominicana.
Sobre las consecuencias expresa que se ha observado “la reducción alarmante de las poblaciones nativas que habitan los arrecifes de cada localidad. A su vez, esta disminución puede traducirse en una reducción del crecimiento y la supervivencia de los depredadores autóctonos. Se cree actualmente que la invasión del pez león ha trastornado el equilibro de los ecosistemas de arrecifes de El Caribe”.
Pero sus consecuencias no solo son ambientales, puesto que consideran que en el futuro cercano su impacto económico será muy significativo ya que llevará al “declive de especies marinas de importancia comercial”.
El ICRI advierte que el invasor ha llegado a nuestras costas para quedarse. Al calificar de “improbable” su erradicación, por lo que todos los esfuerzos que se están realizando, con iniciativas como las desarrolladas por la Fundación Top Fish en Venezuela están dedicadas a “controlar las poblaciones de pez león a niveles que minimicen sus efectos”.
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Pez León