Por ello y junto a su amiga Stefanny Briceño, estudiante de arquitectura (ambas son estudiantes de la UNET), crearon Chocoarq, una nueva línea de producto de ChocoBelén.
La primera obra fue la Catedral de San Cristóbal, emblema de la ciudad. Por medio de planos a escala y durante dos meses construyeron la obra con 11 kilos de chocolate El Rey, 1 kg de cacao Kko Real y para los detalles un poco de glucosa y azúcar pulverizado. Todo fue elaborado a mano con cuchillos, espátulas y pinzas, sin moldes o cortadores gracias a la ayuda de Gloria Talazona, Hender Ruíz, Ligia Suárez, Jesús Carrillo, Gladys Contreras y Nelson Medina.
Carrillo comparte que la experiencia fue divertida aunque requirió de mucha paciencia, ya que no existe manual de instrucciones en la web sobre «Cómo hacer una obra en chocolate».
El resultado final fue una obra de 88cm x 41 x 51cm , la satisfacción de sus familias y miles de sonrisas.
La obra estuvo exhibida durante diez días en el Hipermercado Baratta, en el marco de la Feria de San Sebastián que se realiza cada enero en San Cristóbal. Gracias al ambiente frío la obra se ha mantenido en óptimas condiciones y miles de personas han podido conocerla para deleitarse con su aroma. Actualmente se exhibe en el Dulce Bazar de ChocoBelén en la urbanización Mérida, a media cuadra de la alcaldía de San Cristóbal.
Esta es una nueva forma de ver el chocolate venezolano y esperan que muchas personas se sumen en este proyecto para próximas obras.
Para conocer más sobre este trabajo puedes seguir la cuenta @chocobelen