Economía

"Antes de desmontar el control de cambio se debe reactivar la producción"

Anabella Abadí, economista de ODH Grupo Consultor, dijo que el desmontaje del control cambiario y de precios debe ser posterior a la reactivación de la producción local. "Si no es así, los resultados serían catastróficos, el contrario al esperado", expresó luego de su intervención en un foro organizado por la Asociación Venezolana de Ejecutivos.

Publicidad
industria alimentos

Para la analista, el control cambiario, las trabas para flexibilizar el mercado laboral y la inflación ligada al control de precio son las principales dificultades reportadas por los empresarios para la producción.
Indicó que es necesario que el Estado trabaje con el sector privado para ir liberando los controles que se pueda en la medida de lo posible y, poco a poco, cuando se vaya recuperando, ir «de frente» a desmontar el control de cambios y de precios.
Cada día que pasa es peor porque el tiempo de recuperación se va a hacer más largo. «Las distorsiones son exponenciales. En 2012 tuvimos una inflación cercana al 20%-26%, ahora vamos por 70% y este año se espera que cierre en tres dígitos. Lo importante es arrancar ya», sostuvo.
Durante su ponencia, Abadí destacó que las principales trabas para hacer negocios vienen del modelo económico.
Detalló que el gobierno ha realizado 1.300 intervenciones. «El Banco Mundial señala que somos el octavo país menos atractivo para hacer negocio», dijo.
-Crecimiento estancado-
El economista Richard Obuchi indicó que el PIB per cápita en 2014 es el mismo que se tenía a principios de los años 80. «En términos prácticos no hemos tenido crecimiento económico», señaló.
Las políticas económicas han empeorado la situación. Entre ellas citó la de control de precios, que genera escasez y restringe el funcionamiento de las instituciones básicas en el mercado. «Pasa también que una persona prefiere hacer una cola que trabajar», explicó.
Cuando los incentivos están orientados en direcciones que no generan productividad irá despareciendo la iniciativa privada. Aun así, el sector privado representa 64% de las actividades económicas.
Entre 2002 y 2014, el gasto corriente representó 78% del gasto público. «No se ha incentivado la inversión», dijo.
Al respecto, refirió que Venezuela es el país que menos inyección de capital extranjero ha recibido en la región. «La promulgación de la Ley de Inversiones Extranjeras agrava el problema, pues no permite entre otras cosas acudir a terceros para resolver disputas», acotó.
Según sus cálculos, un aumento de 10% de la inversión privada se traduce en 1,9% de empleo, y la inversión extranjera directa genera 1,7% de ocupación.
«Si no se hace nada, los problemas se agravarán. La economía es implacable», dijo. Sin embargo, considera que el país «no está condenado». Para él, lo primordial es cambiar las premisas que orientan las políticas públicas. «Se deben aplicar medidas que generan shock momentáneo con un alto costo político, pero que genera mejoras en el mediano y largo plazo», concluyó.]]>

Publicidad
Publicidad