La marca venezolana Osole, del grupo Isola Foods, y el Dividendo Voluntario para la Comunidad se aliaron para formar a 200 productores de tomates del estado Mérida, para mejorar sus cultivos y la calidad de la cosecha
Isola Foods, con su marca Osole, y el Dividendo Voluntario para la Comunidad (DVC) presentaron «Siembra esperanza», una iniciativa para formar en buenas prácticas agrícolas a productores de tomate de Mérida, con el fin de mejorar la calidad y productividad de sus cosechas y así ofrecer más y mejores tomates a los venezolanos.
El tomate es uno de los cuatro vegetales más consumidos en el país, junto a la cebolla, el pimentón y el ajo. Tiene un alto valor nutricional, sobre todo de vitamina A, vitamina C y potasio. Además, es el ingrediente principal en la mayoría de los productos de Osole que, desde el inicio de su producción local en 2021, tenía entre sus planes formar a productores de este rubro en Venezuela.
Entre octubre y diciembre de 2023 materializó ese sueño al ejecutar «Siembra esperanza” formando a más de 200 agricultores, estudiantes y docentes a través de talleres educativos teórico-prácticos que se impartieron en la Escuela Técnica Agropecuaria Señor de la Buena Esperanza, ubicada en la parroquia San Jacinto del Municipio Libertador del estado Mérida.
Esta primera iniciativa benefició además a agricultores de los municipios Libertador, Sucre, Santos Marquina, Campo Elías y Rangel, del estado Mérida.
Los talleres de formación se dividieron en tres fases: teórica, práctica y recolección del tomate; principios básicos del cultivo del tomate y buenas prácticas agrícolas, semilleros, trasplante, técnicas de riego, control de plantas arvenses, preparación de suelos, cosecha y postcosecha, comercialización del tomate, así como su valor nutritivo e histórico, fueron algunos de los tópicos que se incluyeron en el pénsum de esta formación.
La receptividad de «Siembra esperanza» triplicó lo calculado por Isola Foods y el Dividendo Voluntario para la Comunidad. «Esperábamos entusiasmar a unos 80 agricultores. Llegaron más de 200, y desde 6 municipios merideños», comentó Angelo Cutolo, gerente de Mercadeo de Isola Foods durante el evento de presentación, que se hizo el martes 17 en Minds de El Rosal.
El trabajo fue minucioso. Los organizadores recorrieron las tierras de todos los sembradores de tomates, vieron sus cultivos y conversaron con ellos. «Queríamos que nos conocieran», dice Cutolo. Y los invitaron a participar de la iniciativa.
«Estamos convencidos que la educación puede transformar la vida de las personas y contribuir al desarrollo de las comunidades. Siembra esperanza es un ejemplo», agregó Cutolo.
El profesor Pedro González explicó que, durante las clases de Siembra esperanza, los productores aprendieron de principios básicos del cultivo, trasplante, riego, suelo, cosecha, postcosecha, comercialización y valor nutricional del tomate pero también de trucos para que su cosecha sea mejor.
Estos son algunos de los tips que compartió durante su intervención:
El sustrato. Los almácigos (o la siembra de la semilla en pequeños envases) debe hacerse en un sustrato de 3 partes de tierra negra, 2 de abono orgánico incluyendo lombriz y una parte de arena. Allí pasan tres semanas.
El trasplante. Al momento de pasarlas al suelo definitivo, las plántulas deben estar bien hidratadas. La mejor hora para hacerlo es a las 5 de la tarde, de manera que en sus primeras horas ya trasplantadas no reciban las inclemencias del sol.
Plantas aromáticas. Alrededor de las plantas de tomate es recomendable sembrar hierbas aromáticas, como albahaca, romero, orégano o menta, pues con su olor alejan a las plagas.
Maíz. Otras grandes aliadas son las plantas de maíz, que deben sembrarse cerca porque atraen insectos y plagas, que prefieren el maíz en vez del tomate. Así la planta de tomate está más protegida.
Control de enfermedades. Se controlan con azufre y cal de cenizas, con lo que se evita el exceso de agroquímicos.
Los soportes. Las plantas de tomate necesitan de tutores, o palos, bien fijos al piso, para que crezcan apoyándose en ellos. Deben estar amarradas pero sin apretar mucho, para que puedan desarrollarse sin problemas.
Sacarle semillas. Esto es algo que también le enseñan a los productores, de manera que se ahorren la compra de semillas certificadas. Para hacerlo deben escoger algunos de sus mejores tomates, los más bonitos, y dejarlos madurar totalmente en la planta. Luego los sacan y los sumergen en agua durante 5 días. Al cabo de ese tiempo, desechan las semillas que flotan (porque son estériles, asegura el profesor) y el resto la dejan secar. Esas son aptas para resembrar.
«Siembra Esperanza» marca el inicio de una alianza que se compromete a seguir formando a productores de tomate y contribuir con el desarrollo de Isola Foods, su marca Osole y el Dividendo Voluntario para la Comunidad para seguir formando a más y más productores de tomate y así contribuir con el desarrollo productivo del país, donde más empresas y comunidades se unan a estas iniciativas.
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