Para los de mi generación, el asunto de los jabones para el aseo personal fue por años cuestión de una barra de color y aroma suave. Sin embargo, desde hace un tiempo las estrategias de mercadeo nos han puesto a dudar de su eficiencia y el jabón líquido con propiedades antibacteriales parece estar ganando cada vez más adeptos, aunque las más recientes evidencias científicas digan lo contrario
Hace poco menos de un mes la FDA (Food and Drug Administration) emitió una regla definitiva, según la cual ya no podrán comercializarse los productos antisépticos de venta sin receta para lavarse las manos ya que contienen entre sus ingredientes, agentes antibacterianos activos como el triclosán y el triclocarbán.
“Seguir las sencillas reglas para lavarse las manos es una de las maneras más eficaces de prevenir la propagación de muchos tipos de infecciones y enfermedades en el hogar, la escuela y dondequiera”, afirma la Dra. Theresa M. Michele, integrante del equipo de la FDA.
Esta regla definitiva de la FDA comprende únicamente a los jabones antibacterianos y los geles de baño para el consumidor que se utilizan con agua; no aplica para los desinfectantes ni las toallitas húmedas desechables ni para los jabones antibacterianos que se utilizan en entornos de atención médica.
¡El lavado de manos con agua y jabón es sencillo, y funciona!
Ahora bien… ¿por qué se comenzó a incorporar el triclosán en las formulas de jabones domésticos? Más allá del mero hecho comercial, siempre ha existido una preocupación por la remoción de bacterias causantes de potenciales enfermedades, así que desde los años 60´s se utiliza (el triclosán) en las formulaciones de jabones líquidos o en barra para mejorar la remoción de bacterias. Lamentablemente, a lo largo de los años, los estudios han demostrado que los jabones que contienen triclosán no ofrecen un “nivel adicional” de eficacia (en las concentraciones usadas comercialmente) más allá de la capacidad de un jabón normal de eliminar microorganismos transitorios a través de los tensoactivos y la acción mecánica de la técnica de lavado tradicional.
Muy por el contrario, las bacterias pueden hacerse resistentes al triclosán a través de mecanismos de impermeabilidad, biopelículas y la inactivación enzimática, un problema similar a la resistencia a los antibióticos que tiene muy inquietos a los infectólogos del mundo.
Al lavar nuestras manos con agua y un simple jabón estamos haciendo prevención de un importante número de enfermedades y, al hacerlo, disminuimos el abuso en la prescripción de antibióticos que causa esta resistencia a los antibióticos. En pocas palabras, nos enfermamos menos y ayudamos a prevenir situaciones más complejas y difíciles de tratar.
En relación a los geles antibacteriales, desde junio de este año la FDA ejecuta los protocolos de rigor para confirmar de una vez por todas si su utilización en aquellos casos donde no se cuenta con agua y jabón es realmente eficaz o si por el contrario genera una falsa sensación de seguridad. Asimismo,realiza las evaluaciones correspondientes para evaluar si estos productos son seguros y eficaces para que los consumidores puedan usarlos con confianza en sí mismos y en sus familias varias veces al día. Como consumidores, solo nos queda esperar estos resultados y utilizar con atención estos productos.
El Día Mundial del Lavado de Manos es un día anual de promoción dedicada a aumentar la conciencia y la comprensión de la importancia del lavado de manos con agua y jabón como una forma fácil, eficaz y asequible para prevenir enfermedades y salvar vidas. Se celebra anualmente el 15 de octubre y fue propuesto por el Global Asociación Público-Privada para el lavado de manos, y es una oportunidad para diseñar, probar y replicar formas creativas para animar a la gente a lavarse las manos con jabón en los momentos críticos.
El primer Día Mundial del Lavado de Manos se celebró en 2008, cuando más de 120 millones de niños de todo el mundo se lavaron las manos con agua y jabón en más de 70 países.
El Día Mundial del Lavado está diseñado para:
1. Fomentar y apoyar una cultura global y local de lavado de manos con jabón.
2. Llamar la atención sobre el estado del lavado de manos en todo el mundo.
3. Crear conciencia sobre los beneficios del lavado de manos con jabón.
El tema de 2016 para el Día Mundial del Lavado de Manos es «Hagamos del lavado de manos un hábito».
Aunque resulte paradójico, estas nuevas generaciones desestiman el lavado de mano y lo sustituyen por métodos menos eficaces que los dejan en situación de vulnerabilidad ante enfermedades transmitidas a través del contacto con sus manos.
Los hábitos como el lavado de manos se enseñan en casa y se refuerzan en la institución educativa.
Lamentablemente y por falta de información, muchos adultos influenciadores utilizan otros métodos menos eficaces, generando mensajes antagónicos en los niños. Los hábitos se instalan con la práctica, así que el lavado de manos es una actividad que debe repetirse a diario, antes y después de comer, luego de ir al baño y después de jugar con las mascotas. Los adultos en casa tienen el deber de predicar con el ejemplo y convertirse en el modelo para los más pequeños. Si usted hace del lavado de manos un hábito, sus hijos lo imitarán.
Los colaboradores del negocio de alimentos y bebidas pueden propagar enfermedades transmitidas por alimentos cuando sus manos entran en contacto con patógenos típicos del tracto intestinal durante sus visitas al sanitario o alimentos contaminados con patógenos y posterior transferencia a los alimentos. Un buen número de estudios asegura que la práctica del lavado de manos del personal que trabaja en este tipo de negocio necesitan ser mejoradas para reducir el riesgo de propagación de enfermedades En una revisión bibliográfica publicada en una prestigiosa revista científica en Estados Unidos, los autores reportan que de 81 brotes de enfermedades transmitidas por alimentos atribuidos a alimentos contaminados por trabajadores de la alimentación, el 89% de estos brotes implicaba la transmisión a través de las manos de los trabajadores.
