Combina tus alimentos de forma correcta gracias a la trofología

En nutrición, se ha determinado a la trofología como la disciplina que enseña a combinar alimentos para mejorar el proceso digestivo, el metabolismo y a su vez la salud. Hay quienes la catalogan como una pseudociencia cuyo objetivo principal es invitar a consumir ingredientes crudos y a variar el menú diariamente.

El pilar de la trofología es que una combinación errónea genera tóxicos en el organismo que pueden repercutir en el bienestar de la persona.

No consiste en una dieta sino en una práctica que inculca el saber elegir los alimentos, sus cantidades y en qué momentos consumirlos.

LA FÓRMULA IDEAL

• Lo recomendable es comer almidones y azúcares por separado. Un trozo de pan con mantequilla es perfectamente compatible, pero untarle mermelada rompe con la digestión natural.
• Proteínas como la carne, el pescado, huevos y queso no se deben servir junto a almidones como el pan, papas o arroz.
• El melón es una fruta que no requiere ser digerida por lo que solo puede combinarse con otras frutas pero no con otro tipo de alimentos.
• Los postres, dulces o galletas deben evitarse después de grandes comidas cargadas en proteínas o carbohidratos.
• En un plato solo debe servirse una porción de un tipo de proteína. No hay problema si se trata de dos carnes distintas pero si a esto se le suma un huevo, leche o queso deja de ser aprobado por la trofología ya que puede complicar la digestión.
• Cuando se trata de los ácidos como los jugos de naranja o la limonada deben alejarse de las comidas que contengan almidón y proteína.
• La trofología como una reciente tendencia en la nutrición elimina la leche pasteurizada y homogeneizada.
• Además, hay que tener en cuenta que un plato que contenga alimentos bajos en calorías pero sobre cocidos, procesados y mal combinados deja de ser saludable e incluso no ayudará a la pérdida de peso.

Lo que recomienda la trofología es ingerir los distintos alimentos por separado para evitar los conflictos digestivos.

Aunque, a fin de cuentas, la forma de nutrirse es una decisión personal y única para cada organismo. Es fundamental conocer tu propio cuerpo para saber qué tipo de mezclas suelen generar malestar estomacal y así evitarlos del menú.

Por eso es indispensable visitar a un nutricionista para que adapte la dieta acorde a cada organismo.