La hacienda más dulce de Canoabo produce finos chocolates
Valle Canoabo es una compañía familiar que comenzó sembrando cacao, luego hicieron barras de chocolate y últimamente hacen bombones. Su próximo reto es conseguir una Denominación de Origen Controlado para el cacao de Canoabo
Pasando la plaza de Canoabo y a la izquierda después del puente, se encuentra una de las haciendas más dulces de Carabobo, la San Cayetano produce el cacao, lo fermenta, tuesta y refina para hacer bombones y barras de chocolate de 60% y 70%.
En la tiendita de la hacienda se encuentran muchas variantes del producto, aparte de barras y bombones se puede encontrar té de cacao, exfoliante de cacao, licor del fruto, brownies, entre otros.
Muchos de los rellenos de los bombones se siembran en la misma hacienda que cuenta con 20 hectáreas, de las cuales 10 son de cacao, otras plantaciones que se pueden encontrar son cambur, naranja, maní, café…
Rodrigo Morales trabaja junto a su familia y entre todos manejan la hacienda encargada de fabricar el chocolate que ha logrado ubicarse entre los diez mejores de la competencia Sens & Chocolate celebrada en París, Francia. La barra de frutos secos tiene un blend de cacaos criollo y trinitario que le dan el carácter de Canoabo para el disfrute de paladares venezolanos y también panameños, franceses, estadounidenses, españoles y holandeses quienes pueden conseguirla en sus países.
La historia de chocolates Valle Canoabo comienza entre finales de 2004 e inicios del 2005 cuando el padre de Rodrigo decide comprar algunas hectáreas de la hacienda cacaotera. «Esto surgió de un plan de retiro de mi padre, porque después de trabajar 30 años en la industria del vidrio y se puso a pensar que podría hacer aquí en Venezuela», cuenta Rodrigo.
Morales cuenta: «Mi padre es de origen chileno, nació en el campo y quería volver a sus orígenes y dijo ‘voy a sembrar algo. ¿Qué voy a sembrar?’, como gran lector que era se encontró con la frase «el cacao venezolano es el mejor del mundo» y dijo que sembraría cacao. Se puso a dar vueltas por las costas de Aragua, Carabobo, Yaracuy y llegó a Canoabo, el mágico pueblo de Canoabo, le gustó todo, sus paisajes, la cultura, la gente y decidió ejecutar su proyecto ahí».
En la misma hacienda se trata el cacao y se hace el proceso tree to bar, desde el vivero donde germinan las semillas hasta la inserción de la planta en el frondoso bosque que protege los árboles de cacao. Luego los trabajadores cosechan las dos variedades de cacao que irán combinados a las barras. «Nosotros tenemos un blend de diversas variedades, yo lo que te puedo decir es que son de origen Canoabo y nosotros nos estamos dando la tarea de caracterizar esas cepas de cacao para después reproducirlas. Tenemos un 35% de material criollo y el resto es un material trinitario bastante bueno».
El fruto se recolecta, luego los trabajadores le hacen 4 cortes para abrirlo y extraer el fruto que irá directamente al cuarto de fermentación, donde pasará 5 días en 3 bandejas diferentes, luego irá a la fase de secado, en la que emplean dos técnicas diferentes y luego pasa a la fábrica donde se convierte en barra.
«A principios de 2014, nos planteamos la idea de que si ya tenemos cacao ¿por qué no hacemos chocolate? Buscamos las máquinas, se hizo la obra civil y en octubre de 2014 hicimos esa primera barra de chocolate. En diciembre de 2014 inauguramos la chocolatería y en marzo de 2015 arrancamos las operaciones comerciales. En la actualidad se puede conseguir el chocolate en Maracaibo, Mérida, Barquisimeto, Valencia, Maracay, Caracas y Margarita, además de otros países», cuenta Rodrigo.
«El crecimiento ha sido bastante vertiginoso. Primero fue el cacao, después fue el chocolate, después entró mi hermana y mi cuñada en el negocio para seguir con la parte de los bombones con un pequeño taller en su casa. Hoy en día ya hay dos tiendas acá en Valencia y estamos a punto a de abrir otra tienda fuera de Valencia» cuenta Rodrigo.
La experiencia también ofrece el tour por la hacienda donde reciben guías que explican y muestran todo el proceso, hasta se puede probar un fruto de cacao que resulta muy dulce y se come como un mamón. Todo termina en la pintoresca tiendita donde se pueden degustar bombones de parchita, pie de limón, nueces, cerezas, maní, sarrapia, caramelo salado, romero y más.
Para el futuro planean agregar ingredientes a las tabletas y producir barras de otros cacaos de Carabobo. Próximamente abrirán una tienda en otro estado del país y buscan también una Denominación de Origen Controlado para el cacao de Canoabo
Olvidaron un chocolate blanco por 4 días en baño de María y obtuvo un color rubio y un sabor entre caramelo y tostado. Durante 7 años perfeccionaron la fórmula pero ahora enfrentan otros obstáculos
La mesa de la tierra del sol amada es de las que más se aferran a su tradición.¿Por qué son tan distintos? Hoy, Día de la Zulianidad, buscamos dar una respuesta