Asi se hace...

Avelina: entramos a su fábrica, donde la avena se transforma en 73 productos

Con un proceso controlado desde la cosecha, esta marca venezolana elabora más de 70 productos derivados de la avena y comercializa en 35 países. Conocimos el proceso de su planta en Guatire, estado Miranda

Avelina
Cortesía |@sobreelmantel
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Lo primero que se ve al llegar a la fábrica de Avelina en Venezuela, son cuatro enormes silos plateados. Allí se guarda celosamente lo que es el corazón de esta empresa: los granos de avena, cosechados en Chile bajo su supervisión y que son enviados directamente a la planta para transformarse en más de 70 productos, todos hechos con avena.

Avelina es una marca venezolana con más de 20 años de operaciones, que pertenece al Grupo Libi, un consorcio familiar presidido por Mauro Libi. Elabora 75 productos (73 en Venezuela), comercializa en 35 países y tiene tres plantas: una fábrica en Venezuela, en Guatire, estado Miranda; otra fábrica en Estados Unidos y una procesadora en Chile, justo al lado de los cultivos de avena, para recibir directamente los granos, limpiarlos y enviarlos a las fábricas.

Avelina
Los Libi, la familia italiana fundadora. Foto cortesía avelina.com

La fábrica de Avelina

Bienmesabe visitó la planta de Guatire, estado Miranda, para conocer el proceso de transformación del grano a la hojuela y, de allí, al producto final.

En esta fábrica, Avelina produce 7 decenas de productos distintos de avena, entre ellos las tradicionales, en hojuelas enteras, instantáneas, saborizadas y fortificadas; granolas y harina de avena, pero también otros de elaboración más compleja, como las barras, tan exitosas que se exportan desde Guatire a más de 30 países.

Además, la planta de Guatire abastece a la agroindustria local. Suministran avena a importantes marcas nacionales como Alimentos Santoni, Alfonzo Rivas, Parmalat y Kraft.

La fábrica también atiende la demanda de avena de la agroindustria local. Foto cortesía avelina.com

En Estados Unidos, Avelina elabora otra cantidad similar de productos que, además de atender la competitiva demanda local, también llegan a 35 países. Entre ellos están los de Centroamérica, algunos de Europa e incluso los Emiratos Árabes.

Recientemente, la marca anunció un cambio de imagen y de empaques, conforme a las tendencias internacionales, para unificar su presentación en todos los países. También estrenó lema: «del campo a tu mesa» o «farm to table«.

Pequeños lingotes de avena

En Venezuela no se produce avena, principalmente porque no tenemos clima para ello. Para su desarrollo inicial necesita temperaturas de alrededor de 6 grados centígrados y de 12 a 16 para su floración.

Avelina compra granos de avena cultivados en Temuco, una población chilena de fuertes inviernos sin nieve, lo que garantiza que el grano crezca lo más limpio posible. Las cosechas se precompran, es decir, al sembrar las semillas, esos cultivos ya tienen nombre y apellido.

Fábrica de avelina
Así se cosecha la avena. En la planta de Temuco, Chile, los granos se separan y se pelan. Foto @sobreelmantel

«Esto hace que controlemos el proceso desde el principio», comenta Joana Díaz, gerente general de la planta. Para mayor supervisión, Avelina construyó una planta receptora de los granos en la misma población, muy cerca de los sembradíos. Y son esos mismos granos los que se despachan por vía marítima a Venezuela, después de pelarlos.

Los cargueros demoran unos 21 días en llegar a Venezuela desde Chile. En Guatire se almacenan en 4 silos con capacidad de 750 toneladas cada uno. Allí se someten al primer proceso de limpieza. El segundo se aplica en la planta.

Fábrica de avelina
El tamiz que ayuda a limpiar los granos. Foto @sobreelmantel

Los granos de avena semejan pequeños lingotes dorados. Antes de procesarlos, cada uno de esos mini lingotes se cortan en dos o tres pedazos, según el tipo de hojuelas que, de ellos, vayan a salir. Patricia González, gerente de Calidad, explica que, para la avena instantánea, el grano se corta en tres trozos, pues la hojuela debe ser mucho más fina. Para la tradicional y la fortificada, con dos cortes basta.

Fábrica de avelina
Los granos de avena ya pelados. Foto @sobreelmantel

Después de trocearlo, el grano se humecta con vapor, se seca, se pasa por un rodillo y se lamina, es decir, se transforma en hojuelas.

Fábrica de avelina
El grano ya aplanado con rodillo, antes de transformarse en hojuelas. Foto @sobreelmantel

En un proceso mecanizado, las máquinas de producción de Avelina pesan el producto y lo empaquetan, sin que el ser humano deba intervenir. La misma máquina los agrupa en bolsas de 12 o 24 paquetes, según el tipo de presentación, las cierra y las prepara para su despacho comercial.

Fábrica de avelina
El empaquetado es completamente mecanizado. Foto @sobreelmantel

Actualmente, Avelina tiene una capacidad instalada de producción de 2.500 toneladas al mes, aunque solo están funcionando al 20% de capacidad. Según los requerimientos, es factible activar, en simultáneo, 4 líneas de producción, con unos 50 operarios.

Fábrica de avelina
La fábrica tiene una capacidad de producción total de 2.500 toneladas mensuales. Foto @sobreelmantel

Las golden bar, las joyas de la corona

El proceso de las barras de avena es completamente distinto. Está en un área aparte al de la avena tradicional y está completamente automatizado, con equipos fabricados en Alemania para tal fin.

Las barras de avena, o golden bar como se les conoce, son el producto premium de Avelina. Están saborizadas con frutas naturales (al igual que el resto de su producción que lleva fruta) y, desde Venezuela, se exporta a más de 30 países. «Incluso los cruceros los compran para ofrecer en sus desayunos y meriendas», asegura Joana.

Una de las presentaciones de golden bars que exporta Avelina desde Guatire. Foto cortesía avelina.com

Por los momentos, es el único producto de Avelina hecho en Venezuela que se exporta. «Esto se debe a que los países prefieren los que vienen de Estados Unidos, pero la calidad es la misma. Sin embargo, allá no fabricamos las barras pero son tan buenas que igual las piden», afirma Joana.

Habla el consumidor

En Venezuela se consume menos avena que en otros países. Los hábitos locales la han hecho un producto dirigido, más que nada, a niños y ancianos. Sin embargo, en otros países la tendencia es completamente distinta.

«En países como Estados Unidos vendemos sachets (sobres) de avena instantánea, porque los llevan en la cartera y los preparan en cualquier momento», comenta Joana.

Además se consume en barras, granola, müsli, bebidas proteicas y mezcla para panquecas (de avena, y no de trigo). Todos esos productos también los fabrica Avelina.

En Venezuela, los productos más vendidos son la avena tradicional, la fortificada y la instantánea, en ese orden.

Fábrica de avelina
En Venezuela, la avena más consumida es la tradicional. Foto cortesía avelina.com

Actualmente, Avelina lleva a cabo una prueba de mercado en Venezuela. Importó un lote de dos productos que solo fabrica en Estados Unidos para probar la receptividad de los consumidores locales.

Se trata de la mezcla para panquecas de avena (que quedan muy parecidas a las elaboradas con trigo, incluso son más esponjosas y ligeras) y de las mezclas para bebida proteíca con sabores a cambur y fresa.

Fábrica de avelina
Las mezclas para bebidas proteicas y para panquecas están de prueba en Venezuela. Foto @sobreelmantel

«Si la receptividad es positiva, comenzaremos a fabricarlos en Venezuela», explica Joana Díaz, gerente general de la planta.

Los productos Avelina (@avelina_ve en Instagram y avelina.com/es en web ) cuentan con el sello de calidad Norven, la certificación Kosher y, en Estados Unidos, están tramitando también la Halal. En sus empaques, además, contienen amplia información nutricional y de los ingredientes utilizados.

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