Vida sana

Comer como en la Edad de Piedra

La nutrición paleolítica propone comer como lo hacía el hombre hace 2,5 millones de años. Los defensores de la dieta paleo sostienen que el cuerpo humano no está adaptado para procesar muchos alimentos que se consumen actualmente, pues evolucionó para comer como lo hacía el hombre paleolítico y gozar de óptima salud

Por: Débora Ilovaca @deboralieska
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Cierre los ojos. Imagine que está en medio de algo que parece ser una selva. Está en la Era Paleolítica, hace unos 2,5 millones de años. Lo que se conoce como Edad de Piedra. Mire a su alrededor y haga una lista mental de alimentos. ¿Qué comía el hombre del Paleolítico?

De acuerdo con Sarah Ballantyne, científica y autora del libro The Paleo Approach, la nutrición paleolítica o dieta paleo se basa en alimentos frescos y naturales: carnes (de res, de cerdo y otras), aves, pescados, huevos, vegetales de todo tipo, frutas, nueces y semillas. Se evitan todos los tipos de cereales, granos, legumbres, leche, productos lácteos –excepto mantequilla, mantequilla clarificada y nata–, aceites vegetales modernos –como el de canola, maíz, soya– y alimentos procesados. También se controla el consumo excesivo de sal, azúcares refinados y excesivos carbohidratos, pero sin llegar a convertirse en una dieta baja en carbohidratos. Y busca un balance en la ingesta de ácidos grasos omega-3 y omega-6.

La gran pregunta detrás de la nutrición paleolítica es ¿por qué el hombre moderno debe comer como comían sus ancestros del Paleolítico? Ballantyne señala que la dieta paleo se basa en la hipótesis de que esos son los alimentos para los cuales el cuerpo humano evolucionó para procesarlos como combustible y gozar de óptima salud.

“La nutrición paleolítica evita los alimentos que empezaron a formar parte de la dieta luego de la revolución de la agricultura, hace 10.000 años, y que coincide con la aparición de las ‘enfermedades de la civilización’, como cáncer, diábetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares. Hay muchas investigaciones científicas que respaldan que los alimentos excluidos de la dieta paleo son, en el mejor de los casos, nutricionalmente pobres y, en el peor de los casos, dañinos para la mucosa intestinal. La nutrición paleolítica protege el sistema digestivo de las proteínas que causan inflamación, como el gluten, evita que los riñones y el páncreas trabajen de más y restaura el balance en el cuerpo”, explica Ballantyne en su web www.thepaleomom.com.

Otras opiniones

Hay expertos de nutrición que no se muestran a favor de la dieta paleo. La nutricionista Andrea Castellanos dice que no está de acuerdo con una dieta general para una población que es variada. “Una de las desventajas de la dieta paleo es que es una ‘dieta’ y las personas no pueden vivir a dieta. Desde el punto de vista nutricional me parece negativo que elimines los granos, que son una fuente de proteína vegetal y fibra natural. Tampoco estoy de acuerdo con tener una alimentación que se base en la forma de comer de hace millones de años, pues muchas cosas han cambiado y evolucionado hoy en día”.

Castellanos también señala que ella no recomienda eliminar ningún alimento, a menos que haya una intolerancia. “Las personas piensan que eliminando el trigo de sus dietas van a lograr bajar de peso. Si esta es la razón por la que se está eliminando el trigo, por ejemplo, pues es una razón errada. Nuestros cuerpos están diseñados para digerir, en su mayoría, todos los tipos de alimentos que consumimos. Si no se tiene alguna intolerancia, dejar de comer algo que está presente en tu día a día puede crear una intolerancia que antes no existía”.

Sin embargo, Castellanos reconoce los beneficios de la nutrición paleolítica: “La dieta paleo ‘funciona’ porque teóricamente se elimina todo lo procesado y, por lo tanto, se come más natural. Un estudio publicado en 2009 en el European Journal of Clinical Nutrition concluye que una dieta paleolítica mejora la presión arterial, la tolerancia a la glucosa y los perfiles de lípidos. En 2010, Nutrición y metabolismo publicó una investigación que indica que, por caloría, la dieta paleolítica sacia más que la mediterránea. También tiene un efecto positivo sobre la diábetes tipo 2. Otro estudio publicado en 2009 en Cardiovascular Diabetology concluyó que la dieta paleo mejoró el control glucémico y los factores de riesgo cardiovascular en los pacientes con diábetes tipo 2”.

Las grasas son buenas

Una premisa importante de la dieta paleo es que las grasas son buenas. Las saturadas e insaturadas. “Las grasas no solo son buenas, sino que son indispensables para la salud. Son necesarias para absorber las vitaminas A, D, E y K. Son esenciales para la construcción de células, las funciones nerviosas, la digestión y las hormonas que regulan todos los procesos del cuerpo, desde el metabolismo hasta la circulación. Las membranas de cada molécula del cuerpo están compuestas de grasa. Y más de 60% del cerebro está constituido de grasa y colesterol”, explica Sarah Ballantyne.

¿Qué grasas comer?

Ballantyne recomienda obtener la grasas insaturadas o “crudas” comiendo pescados, aguacate, aceite de aguacate, aceitunas, aceite de oliva, linaza, aceite de linaza, nueces y semillas (con moderación), coco y aceite de coco.

Las grasas saturadas se obtienen incluyendo en la dieta mantequilla, mantequilla clarificada, manteca, sebo, huevos y otras grasas animales, preferiblemente de animales criados en pastoreo, porque se alimentan del campo. Según Ballantyne las grasas saturadas son las que deben usarse para cocinar, pues no se oxidan al calentarse. El aceite de coco también es ideal.
Para más información visite www.thepaleomom.com.

Paleo en la web

  • www.thepaleomom.com
  • www.thepaleodiet.com
  • www.robbwolf.com
  • www.paleodietlifestyle.com

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