En otros lares

FICO: un parque temático solo sobre comida

Naturaleza, vida campesina, industria, degustación y otros aspectos relacionados con la alimentación son parte de una exposición permanente, dirigida principalmente a los niños, en la que toda la familia puede aprender cómo se produce lo que comemos y saborear muchas especialidades de todas las regiones italianas. Eliana Loza Schiano estuvo en Bolonia visitando FICO para contarlo

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Laberinto en un queso parmesano de 6 metros
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En Italia, país reconocido por su buena y balanceada dieta mediterránea y por su importante industria agroalimentaria, han tenido la buena idea de crear el parque temático FICO para acercar a las familias a todos los temas relativos al mundo campesino y su función en nuestras vidas.

Uno de los aspectos más lamentables en la crianza de los niños hoy en día es que, con el exceso juegos tecnológicos que los apartan del mundo real, no conocen cómo es la vida en el campo, principal fuente de la alimentación. Los que viven en las ciudades no saben cómo son la cría de animales y la cultivación de vegetales, ni cómo se elaboran la mayoría de los productos que comen y beben regularmente.

FICO, que significa Fábrica Italiana Campesina, busca contrarrestar esta falta de conocimiento. Es una original zona expositiva situada en Bolonia, capital de la región Emilia-Romaña, centro de una rica industria agrícola y pecuaria y de la alta gastronomía del país, donde, a través de demostraciones, vídeos, charlas y juegos, se puede aprender muchas cosas que, tanto niños como adultos, ignoran sobre lo que comemos, de dónde viene, cómo se elabora y cuán sano es para nuestro consumo.

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Parte de la fábrica de quesos. Foto FICO

La pandemia de covid-19 obligó al cierre de las instalaciones de FICO al poco tiempo de su inauguración, pero los organizadores no se rindieron y, demostrando las verdades del refrán «no hay mal que por bien no venga», aprovecharon la obligada pausa de 2 años para ampliarlo y mejorarlo.

El trabajo dio sus frutos y recientemente volvió a abrir convertido en «un verdadero food park a nivel mundial, que hace vivir la experiencia de los alimentos desde sus orígenes hasta el plato sobre la mesa», según lo describe, Stefano Cigarini, Administrador Delegado de FICO Eataly World, «estimulando los 5 sentidos y conjugando pasión por los sabores y diversión, al final, regalando una jornada especial a quien ama saborear la buena comida y los placeres de la vida».

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En el laboratorio del parmesano. Foto FICO

El paseo por FICO

Con esta ampliación, FICO cuenta con visitas guiadas que nos pasean por una granja, fábricas con los elementos suficientes -reales o en presentaciones multimediales- para entender cómo se producen los alimentos, cursos que enseñan cómo se preparan los platos que más gustan o cómo se producen los embutidos, la cerveza o el vino; atracciones típicas de los parques de diversiones, como carrusel, toboganes, minigolf, campos deportivos e, incluso, una «playa» para jugar con la arena.

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Tobogán de pasta. Foto cortesía de prensa FICO

Obviamente, no podían faltar varias tipologías de restaurantes, cafeterías y puestos de street food, además de tiendas para comprar los productos regionales que se han degustado, utensilios y libros de cocina y souvenirs, todo Made in Italy.

Un gran higo o «fico»

La visita empieza con el infaltable selfie en la entrada con una enorme representación de un higo, logo de la empresa, ya que la sigla de Fábrica Italiana Campesina forma la palabra «FICO», que en italiano significa «higo», además, en el lenguaje popular «fico» o «figo» se le dice a un hombre de muy buen aspecto (algo así como un «mango» en criollo venezolano) o cualquier cosa bella o agradable.

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La entrada a FICO . Foto cortesía de prensa FICO

En la primera zona, circunda el edificio una granja donde los niños pueden simpatizar con conejos, caballos, ovejas, cerdos y gallinas, entre otros.

Pasada la granja, se entra al edificio en forma de «L», lleno de simpáticas figuras alegóricas de las glorias de la gastronomía italiana, que permiten a los niños jugar mientras aprenden.

Por ejemplo, atravesando un laberinto dentro de una forma de 6 metros de altura del queso Parmiggiano Reggiano, el rey de los quesos itálicos, cabalgar un «cannolo», famosísimo dulce siciliano, por un amplio pasillo decorado por diferentes tipos de pasta gigantescas que cuelgan del techo o forman cortinas penetrables.

Pueden ver en una pequeña birreria cómo se produce la cerveza o visitar la fábrica de mortadella, excelencia de la charcutería boloñesa.

En la «birreria». Foto cortesía de prensa FICO

Tuvimos la oportunidad de ver cómo se produce esta delicia rosada, respetando las recetas tradicionales y las estrictas normas higiénicas y podemos asegurar que su calidad y sabrosura no se iguala en ninguna parte del mundo.

Armados de delantal y rodillo, chicos y grandes pueden aprender a hacer la masa para tortellini, ravioli, cappelletti y otras pastas típicas de la zona o conocer los trucos para amasar bien una pizza o el arte de la elaboración de los helados, otra excelencia italiana conocida en todo el mundo, dependiendo de la región de origen del sector donde se encuentren.

Aparte de la intención de diversión, se puede asistir a verdaderos cursos breves de cocina, según las exigencias del consumidor.

Made in Italy y sostenibilidad

En el parque FICO están presentes 60 representantes de la hilera agroalimentaria, incluyendo los grandes Consorcios: Parmiggiano Reggiano, Grana Padano DOP, Jamón San Daniele, Mortadella Bologna IGP, Tutela del Vinagre Balsámico de Módena y Raza Maremmana Bio, otras grandes empresas o pequeños productores locales de excelencias.

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Los visitantes aprenden la elaboración de la vera mortadella. Foto cortesía de prensa FICO

La sostenibilidad del parque temático está sujeta al proyecto «Metro 0», la comida que se produce en su interior es distribuida y servida por todos los restaurantes presentes.

En sus 55.000 metros cuadrados se utiliza un sistema fotovoltáico que garantiza más del 30% de la energía utilizada. Dispone de guarderías para los pequeños, un trencito aéreo para recorrer desde lo alto todo el lugar y bicicletas de tres ruedas para la movilidad de quienes no tengan ganas de caminar.

En una feria italiana no podían faltar el vino y el aceite. Una gran zona dedicada a todos los vinos que se producen en las distintas regiones de Italia atraen a los adultos, mientras en el terreno externo que rodea el edificio se muestran pequeñas plantaciones de varios tipos de vid, olivos, diversos árboles frutales y flores.

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El mundo del vino en FICO

En aras de la dieta mediterránea, se destacan las múltiples variedades de aceite de oliva de cada región. Igualmente, en un interesante juego interactivo una gran pantalla con el mapa de Italia muestra en cuál mar de los que rodean la bota se pesca cada tipo de pez, algo realmente novedoso.

Nada dietética, pero irresistible es la repostería de cada región y, en el ámbito de la dulzura, una particular atención a la producción de miel de abejas, motivando a los niños a preservar este importante insecto por su papel fundamental en el equilibrio ecológico.

Los restaurantes son de óptima calidad y quienes quieran llevarse a casa sus productos favoritos cuentan con un área de compras muy bien surtida.

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