La Cotorra comenzó en abril de 1984 como un proyecto que buscaba resolver una crisis familiar, debido a que el padre de Ernesto fallece y este era el único sostén económico de una familia compuesta por 10 hermanos. Ernesto le propone a su hermano mayor, Evelio, abrir un negocio de hamburguesas. Evelio trabajaba en el Ministerio de la Juventud, así que conseguir los permisos para el establecimiento con el Consejo Municipal fue más rápido. Pero, ¿por qué un negocio de hamburguesas?
“Porque me encantan las hamburguesas, toda la vida me han gustado. Mi mamá las preparaba y cuando lo hacía siempre era algo especial. Yo estudié en el Santo Tomás de Aquino cuando era seminternado, de siete a seis de la tarde, y los días viernes servían hamburguesas en la hora de almuerzo, así que desde pequeño me han gustado”, destaca Rojas. Su hermano mayor había comprado un par de tráileres, así que decidieron usar uno de ellos para fundar el negocio.
Lo que comenzó como un negocio familiar para solucionar el problema económico de su familia, poco a poco fue incorporando miembros de la familia hasta que 10 o 12 años después contrató al primer empleado que no pertenecía al grupo familiar.
Concepto y receta
Este local se diferencia de otros negocios ambulantes porque su propuesta es la hamburguesa clásica, a diferencia de otros lugares que sirven hamburguesas que llevan de todo. En sus principios tuvo una oferta variada de este plato ya que era lo que estaba de moda y vendía, pero en la mente de su fundador siempre estuvo la tradicional, que comienza a ofrecerla a la clientela cuando ya el negocio estaba establecido y podía tomarse ciertas libertades.
Las recetas de La Cotorra son de Ernesto y son concebidas en busca siempre del sabor que tenían las que consumía cuando era niño. Una vez que implementada la tradicional con lechuga y tomate, la receta fue pasando por varias etapas. Por ejemplo, la carne se preparaba a la plancha y llevaba mucho aliño y pan rallado, “también teníamos pan con semillas de ajonjolí de la panadería Sánchez, algo que para los años ochenta era novedoso”, comparte.
Desde hace 10 años, las hamburguesas son hechas al grill, así que la receta se tuvo que cambiar por completo y el gran secreto es que no hay una receta complicada. Después de muchísimo tiempo de trabajar con el pan de semillas de ajonjolí Bimbo, decidió cambiar el pan y ahora lo hace con Pan Alemán, empresa que le crea un producto con cubierta de semillas de ajonjolí, además de orégano, queso parmesano y ají dulce. El secreto del negocio ha sido no quedarse en el pasado y arriesgarse haciendo cosas nuevas.}
Controles de calidad
Las hamburguesas de La Cotorra son hechas en un puesto en la calle, algo que implica limitaciones y exigencias altas. Una de ellas es el agua, algo que solucionó colocando un medidor. En el carrito no se limpia ni se pica nada, ya que todo se hace en un local que tiene alquilado y donde preparan los ingredientes, se hace la carne, se empaca todo al vacío y se llevan al carrito, donde solo se prepara el producto final.
Planes a futuro
Cuenta con dos prototipos de carrito de hamburguesa de una sociedad previa que ya fue disuelta y con su sobrino César, planea franquiciar de nuevo La Cotorra, en un local en el Centro Comercial Epsan del centro de Caracas. Quiere comenzar con un solo negocio aparte del principal y poco a poco abrir varios de ellos manteniendo siempre el alto estándar que impuso el tráiler de la California.
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