La auténtica cocina de Asturias llega a la mesa de La Huerta
El tradicional restaurante de Sabana Grande se trasforma en una "espicha", una festividad asturiana del buen comer
El tradicional restaurante de Sabana Grande se trasforma en una "espicha", una festividad asturiana del buen comer
La cocina del Principado de Asturias, la del fogón y la finca, se servirá durante un festival de tiempo limitado en las mesas del restaurante La Huerta, con casi 35 años ofreciendo menú español en Caracas.
Hasta el 3 de marzo, los comensales caraqueños tendrán la oportunidad de probar sabores asturianos de varias épocas, que tienen la particularidad de ser los únicos de España que no experimentaron la influencia de los moros. En el festival de La Huerta servirán platos inspirados en las épocas medieval, la de después de la conquista de América y la actual.
La autenticidad es la palabra clave al definir este festival, y esto se debe a que Gumersindo Romano, quien lleva los fogones de La Huerta desde su fundación, nació y creció en el campo asturiano y, desde pequeño, trabajó como pastor. La cocina de Asturias lo lleva en lo que se puede llamar el «paladar materno», es decir, el que formó su gusto desde bebé.
Además, los Romano cultivan en su finca, a menos de una hora de Caracas, los vegetales y frutas que se utilizan en su restaurante, y también parte de la carne que se ofrece, como la de los corderos. Eso lo hacen desde hace décadas, convirtiéndose en un restaurante de la finca a la mesa.
Eso, precisamente, es lo que lleva al evento a convertirse en una espicha, como a Gumersindo le gusta llamarlo, que no es más que una reunión asturiana festiva.
En la carta del festival de Asturias habrá platos inspirados en las tres épocas de la cocina de esa región: medieval, post-descubrimiento de América y moderna.
En el tiempo medieval, la alimentación se basaba en trigo, salazones y embutidos que se fabricaban con los animales de la granja de cada familia. En el festival de La Huerta, se honrará a esta época con queso Cabrales, chorizos a la sidra y boronu llanisco, que es una especia de morcilla del pueblo de Llanes, en Asturias.
La época del postdescubrimiento de América se define por la llegada de productos que no son autóctonos, pero que terminan insertándose en la alimentación cotidiana que perdura hasta hoy: las papas, los granos, el maíz, el pimiento, el tomate, y otros vegetales y tubérculos. En estos años cuando surge la fabada y los callos a la asturiana y el cabrito de Rozagas.
Por último, la cocina actual asturiana está en constante evolución, aunque sin perder su anclaje con lo tradicional. De la modernidad, La Huerta propone los cachopos, milanesas rebozadas rellenas de jamón ibérico y queso; las fabes (legumbres grandes y blancas) con mariscos y las albóndigas de pescado al estilo Sella.
La carta se complementa con muchos otros platos. Los precios varían desde 10 dólares las entradas hasta 18 los principales. Los postres, que son arroz con leche, leche frita y frixuelos (las crepes asturianas) cuestan 6 cada uno.
«Todos los platos son únicos y originarios del Principado de Asturias», reitera Gumersindo.
Instagram. @lahuertarestaurante
Dónde. Avenida Francisco Solano, cruce con Primera Avenida de Las Delicias.
Fechas. El festival será hasta el 3 de marzo.
Teléfono. 0212- 76166430212- 7616643