Los jóvenes venezolanos Andrea y Christian decidieron abrir su propio negocio de pizzas, basados en los principios de su herencia europea: la honestidad de la cocina y la alegría en torno a la mesa
En italiano, Allegrini hace referencia a «los que están alegres» y no parece coincidencia que este sea el apellido de los simpáticos dueños de una nueva pizzería en Madrid, que se llama igual y está especializada en pizzas de larga fermentación y sin aditivos químicos ni adobos en polvos.
Cristian y Andrea Estefania, de 27 y 25 años, decidieron apostar por España y abrir una pizzería que refiera a sus orígenes, los que les enseñó la nonna Allegrini, y en el que la comida italiana es la protagonista de todo el menú. Actualmente, Allegrini está trabajando solo por delivery pero pronto reabrirá su sede física.
«En nuestra familia, la gastronomía y la pastelería es justo lo mismo, alegría y unión en torno a la mesa y la buena comida», explica Andrea.
Las pizzas son el punto fuerte del menú. Desde que abrieron han recibido elogios por parte de los comensales que aprecian la honestidad y los ingredientes totalmente naturales con las que están hechas.
Son pizzas con masa hecha por ellos, con fermentación de mínimo 24 horas. La salsa también es fatta in casa, con productos frescos y naturales, sin usar aditivos químicos ni adobos en polvo que puedan esconder aditivos.
Aunque tienen un menú amplio, una pizza se destaca entre los comensales ya asiduos del joven local. Es la Diavola, hecha sobre una masa con 24 horas de fermentación, como todas las de ellos, con salsa de tomates artesanal, mozzarella, ricotta, salame, y albahaca.
«Como todo lo que hacemos con dedicación y mucho amor, el resultado es una pizza perfecta, crujiente de bordes esponjosos», dicen Andrea y Christian.
Además de las pizzas tienen entradas, como la burrata al pesto acompañada de crostini di foccacia y ensaladas. Pronto incorporarán el calzone, icono de la panadería italiana y parte de la memoria gustativa de los socios.
Ofrecer bebidas que armonicen con la comida italiana, y destaquen sus sabores, es un punto fundamental para Andrea. La razón es que cuenta que en su familia, desde niña, Allegrini ha estado asociado, en tierras italianas, a viñedos y buen vino.
Este es parte del menú de entradas y pizzas de Allegrini:
Tanto Andrea como Christian son venezolanos, con raíces europeas y varios años en España. Andrea, muy jovencita, comenzó a ganarse la vida en Madrid como repartidora de aplicaciones de comida a domicilio, primero en bicicleta y después con una moto que compró.
Luego de un tiempo adquiere experiencia dentro de la cadena de fast food en Madrid, Tierra Burrito, desde las operaciones en línea, coordinación de personal y de restaurante hasta la atención directa al cliente.
Tras acumular una experiencia laboral en hostelería, decide renunciar para poner todo su empeño en algo propio: Allegrini.
Christian supo superar obstáculos al llegar como migrante a Madrid y ahora es el socio de Allegrini. Se puede conocer sobre la marca por @AllegriniRistorante en Instagram y pedir el delivery por el whatsapp 34 68 4003291
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