Desde tiempos remotos, la sal ha jugado un papel primordial en la economía a escala mundial. En América, las culturas precolombinas la usaban como moneda de cambio y en el imperio romano, surge el término salario, ya que los legionarios recibían su pago con sal, transformando el vocablo hasta “sal-ario”.
En nuestro país, la historia de este mineral se remonta antes de la conquista española, ya que los indígenas dominaban su uso en ciertas preparaciones y, aunque no se han localizado depósitos de roca de sal, en Venezuela tenemos excelentes salinas de donde probablemente nuestros antepasados extraían el dichoso ingrediente.
En Venezuela se encuentran importantes extensiones de salinas. La más popular es la de Araya, en el estado Sucre siendo una de las más reconocidas y poseedora de un singular color púrpura que cambia de acuerdo a la posición del sol.
En el estado Falcón se encuentran las salinas de Cumaraguas, en la península de Paraguaná, característica por su color rosado.
En Nueva Esparta se encuentran también las salinas de Pampatar y se dice que los waikeríes usaban la sal que de ahí recogían para su consumo. Aunque pocos lo saben, también en Nueva Esparta en la isla de Coche, hubo una época, en que la producción de sal era increíble siendo una de las salinas más importantes del país y cuya máxima producción ocurrió en 1935, según Jesús Manuel Subero.
Aunque la sal es el producto final de toda producción referida a su búsqueda, no todas son iguales. En ese sentido se pueden encontrar en diferentes partes del mundo y que varían de acuerdo a su sabor, procedencia, elaboración, etc.:
- La flor de sal: es una sal de capa delgada, proveniente de las salinas marítimas, cosechada en el suroeste de Europa y producida de manera artesanal, lo que hacen de ella un producto gourmet y de gran proporción de yodo natural.
- Sal Maldon: también conocida como sal de Maldon, es proveniente del río Blackwater, en Inglaterra, en un municipio llamado Maldon. De gran pureza, esta sal se asemeja a una escama cristalina y es usada como un privilegio en la cocina ya que en primer lugar, la frecuencia de su cosecha es influenciada por las condiciones del clima. También elaborada de forma artesanal, hacen de esta sal un producto especial y exclusivo frente a la sal común.
- Gueránde: sal marina proveniente de Gueránde, en Francia, es considerada una de las de mayor calidad, tal como la de Maldon; sin embargo, su aspecto es grisáceo y de tamaño medio.
- Sal negra : tiene su origen de la India y no es refinada. Es popular por su fuerte sabor sulfuroso. Aunque no es negra completamente, tiene un color gris rosado que genera su particular apariencia negra y que es así gracias a su origen volcánico. Es usada en la India por la medicina ayurvédica ya que es perfecta para aquellas personas con problemas cardiovasculares. En ese sentido, esta sal, es inodora y no sala los alimentos como la sal común.
- La sal del Himalaya: Extraída de Pakistán en las minas de sal Khewra, es especial por presentarse en forma de cristal con un color rosado y que se debe moler para el momento de su uso. Es poco refinada y posee grandes cantidades de cloruro de sodio.
Así es, pues, como este mineral de suma importancia en la cocina es considerado como el elemento primordial para un buen plato, incluso, para muchos, un buen cocinero es el que, con gran destreza logra aprender a usarla a través de dos momentos clave, el primero, se enfoca en la cantidad que se va a usar y el segundo, en el momento en el que se va a aplicar.
]]>