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Un proyecto portugués permite cultivar setas gurmé en posos de café

Cultivar setas gourmet en los posos del café es posible gracias a un innovador proyecto creado por tres portugueses, que está empezando a exportarse a otros países

Composición fotográfica: Ligia Velásquez
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«Gumelo» es el nombre de este proyecto, que comenzó a fraguarse en 2009, cuando el biólogo luso, João Cavaleiro, tuvo acceso a un estudio realizado en México acerca de la producción de setas con restos de café.
A partir de ahí, Cavaleiro comenzó a hacer pruebas sobre «cómo se podían usar los posos como sustrato alternativo de cultivo», contó Tiago Marques, otro de los responsables de esta iniciativa, junto a Cavaleiro y al farmacéutico Rui Apolinário.
En 2012, el trío lanzó el (Eco) Gumelo, un sistema que permite cultivar setas en casa en tan solo 10 días, para lo que solo es preciso regar el interior de una caja de papel dos veces al día.
Todo el proceso es ecológico, ya que las setas crecen a partir de la reutilización de los posos, un residuo rico en nitrógeno que se utiliza como sustrato para producir un alimento nutritivo, sin aditivos ni conservantes.
La idea de Gumelo era «poder producir un alimento de valor añadido desde el punto de vista nutricional a partir de un residuo agroalimentario», según Marques.
Desde 2012, con este sistema se consiguió reutilizar aproximadamente 50 toneladas de posos de café, lo que equivale a cerca de 4 millones de expressos.
Además de producir setas -de la especie pleurotus ostreatus, más conocida como «gírgola» y muy habitual en la Península Ibérica-, con este proceso se transforman los restos del café en un residuo biodegradable, reduciendo así su impacto en el medio ambiente.
El fuerte cariz ecológico es uno de los distintivos de la marca lusa, que procura que todos sus productos «tengan el menor impacto ambiental posible», incidió Marques.
De acuerdo con Marques, las setas que producen son ricas en proteínas y fibra, con un alto contenido de agua y con bajos niveles de grasa, destacando su aroma suave y «ligado a la tierra».
Recientemente, extendieron su sistema para otros champiñones de la familia del pleurotus ostreatus, tales como el «pleurotus amarillo», «con un aroma más intenso y textura crujiente», o el pleurotus Djamor, color salmón y con un aroma neutro.
El proyecto, que fue uno de los protagonistas del pasado Salón de Gourmets de Madrid, está presente ya en otros países, como Inglaterra o Suecia.
Su concepto ganó la medalla de bronce en el Salón Internacional de la Alimentación de Francia, SIAL, y, a nivel portugués, fue el «Producto del Año» en 2014.

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