Vida sana

¿Cómo recuperarse de una intoxicación con gluten?

Mayo es, en nuestra región, el mes de los celíacos, esos amigos o familiares que por condiciones genéticas deben evitar todo contacto con la más mínima cantidad de gluten. Sin embargo, sabemos que los accidentes ocurren y para ayudarte a disminuir el malestar comparto algunas recomendaciones La celiaquía se caracteriza por la inflamación del intestino delgado, atrofia de las vellosidades e hiperplasia de las criptas después de la ingesta de gluten en pacientes genéticamente susceptibles.

celíacos, gluten free
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Por fortuna, las lesiones de la mucosa se pueden recuperar cuando se retiran todos los alimentos que contiene gluten una proteína contenida en cereales como el trigo, cebada y centeno.

El objetivo del tratamiento con una dieta libre de gluten es conseguir la normalización de la mucosa y la recuperación clínica del paciente, evitar las complicaciones por déficit nutricional y otras complicaciones. Por todo esto, es muy importante que la dieta se inicie lo antes posible y se mantenga estrictamente durante toda la vida, ya que, como se ha mencionado anteriormente, el riesgo de linfoma es mayor cuando la enfermedad se diagnostica en la edad adulta.

Una opinión unánime entre quienes trabajamos por el bienestar de la comunidad de celíacos en el mundo, es que la dieta sin gluten debe ser lo más estricta posible. Sin embargo, una dieta completamente libre de gluten sería difícil, si no imposible de mantener, en especial en aquellos países carentes de suficiente información y regulación.

aceite-de-trigo

Los productos en el mercado pueden contener “trazas” de gluten que para muchos de los celíacos diagnosticados, resultan tóxicas y terminan en repetidas visitas al médico. La causa más común de recaídas en personas diagnosticadas con la condición celíaca es la ingesta inadvertida de gluten. Algunos toleran pequeñas cantidades sin presentar síntomas clínicos, por lo que asumen que no les perjudica y hacen transgresiones de la dieta, sobre todo en la adolescencia. En esta edad, por mecanismos no conocidos, la mayoría de pacientes se desarrollan normalmente a pesar de ingerir gluten, por lo que tanto el paciente como la familia, y lamentablemente en ocasiones el médico, asumen que la enfermedad ya está curada y que a partir de este momento pueden hacer una dieta normal.

Sin embargo, se ha comprobado que en estas circunstancias se mantienen las mismas lesiones en el intestino. Después de esta fase transitoria de «latencia», se suelen desencadenar de nuevo los síntomas hacia los 20-30 años o incluso unas cuantas décadas después. La celíaquía es una condición genética, se nace celíaco aún cuando los síntomas aparezcan muchos años después del nacimiento, es incurable por lo que el tratamiento (dieta exenta de gluten) es de por vida.

¿Qué podemos hacer para evitar la intoxicación inadvertida?

Ser más cuidadosos en los lugares donde manipulamos los alimentos, haciendo hincapié en el almacenamiento de la materia prima que usamos en casa, el momento de la elaboración y el servicio, especialmente si es una cocina mixta.

El Protocolo Cocina Segura es una guía que he desarrollado para principiantes que inician su camino en la cocina libre de gluten y a través de sencillos pasos, les oriento en algunos procedimientos que deben ajustarse en casa para evitar accidentes:

1. Etiquetar todos los contenedores que contengan ingredientes libres de gluten.

2. Dotar a la cocina de utensilios exclusivos y rotularlos de manera clara para todos los que habitan en casa.

3. Guardar los ingredientes en una caja con sello hermético siempre ubicarla en la parte superior de la alacena.

4. Cocine primero los platos sin gluten y luego los que consumirá el resto de la familia (en caso de cocina mixta).

5. Si tiene dudas, comience de nuevo y evite dar al celíaco un plato del cual no se sienta seguro.

pan blanco

Ahora bien, sabemos que los accidentes ocurren y que muchas veces amigos y familiares con muy buena intención hacen su mejor para brindar algo que puedas comer, sin embargo desconocen algunas prácticas esenciales así que quedas expuesto al gluten. Si esto llegase a ocurrir, comparto contigo algunos alimentos que podrían ayudarte a aliviar tus síntomas un poco más rápido:

1. Arándanos: sé que son costosos y en algunos países simplemente no se consiguen, pero su contenido en vitamina C, polifenoles y antioxidantes los hace casi únicos dentro de la familia de frutas y vegetales. Justamente son estos antioxidantes los que contribuyen a disminuir la inflamación que se presenta durante el contacto con el gluten y que genera tanto malestar. Son pocos los frutos que pueden sustituirlos; no obstante las fresas y las moras podrían ayudarte en caso de no conseguirlos. La presentación deshidratada funciona maravillosamente bien, así que si te los encuentras en tu mercado local, no dudes de llevarlos a casa e incluirlos a tu plan de alimentación.

remolacha

2. Remolacha: su hermoso color delata un alto contenido de betalainas, un potente antioxidante con estupendas propiedades antiinflamatorias y desintoxicantes. Lo ideal es consumirla cruda o pasada por vapor para disfrutar de todo su potencial reparador.

limones

3. Limón: rico en vitamina C y limonoides, polifenoles con excelente capacidad protectora de las células. Además de una deliciosa limonada, sugiero incluir limón como aderezo para una rica y refrescante ensalada que te hará sentir revitalizado después del impase con el gluten.

4. Menta: con excelentes propiedades antiinflamatorias, una infusión de menta puede aliviar los síntomas y ayudarte en la recuperación. Algunas referencias bibliográficas muestran que el aceite de menta y las cápsulas recubiertas de esta hierba pueden aliviar algunos de los síntomas que padecen los individuos con intestino irritable: dolor, hinchazón, gases y diarrea, síntomas que coinciden con los síntomas que sufren los celíacos cuando accidentalmente ingieren gluten.

Mientras que las investigaciones siguen ahondando en el tema, existen dos razones por las que los científicos creen que la menta puede ser eficaz para combatir los desagradables síntomas gastrointestinales: la primera, debido a su capacidad para reducir el número de bacterias dañinas en el intestino y segundo, a su capacidad para aliviar los músculos del tracto intestinal. En todo caso, consulta siempre con tu médico, en especial si estás bajo tratamiento farmacológico para así evitar posibles efectos secundarios.

patilla

5. Patilla: muy rica en licopenos, un poderoso antioxidante asociado normalmente al tomate. Sin embargo, esta fruta contiene un 40% más que el tomate y sus licopenos son más accesibles (en el tomate es necesaria la cocción). Adicionalmente contiene cucurbitacina, compuesto que tiene capacidades antinflamatorias y analgésicas que resultarán de gran ayuda para calmar el dolor provocado por la irritación intestinal. Asimismo, contiene una impresionante gama de nutrientes importantes como las vitaminas C, B6 (piridoxina) B3 (niacina) y vitamina A, así como potasio (parcialmente responsable de sus propiedades diuréticas) y Magnesio, que apoyan la salud general y el bienestar.

Por su alto contenido de agua también es muy hidratante, una ventaja especialmente para aquellos que sufren diarrea cuando accidentalmente ingieren gluten. Si bien es cierto que estos alimentos no evitan el daño al intestino del celíaco, la recuperación después del contacto con el gluten puede ser más llevadera cuando logras disminuir la inflamación.

Recuerda que tomar abundante agua y descansar también contribuyen a aliviar los síntomas.

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