Estamos de acuerdo: a simple vista, el ajoporro y el cebollín no son tan idénticos (como es el caso del cilantro y el perejil y cuyas diferencias puedes leer aquí) aunque sí se parecen un poco y a algunas personas se les hace difícil diferenciarlos en los puestos de verduras. Pertenecen a la misma familia, las Alliacea, pero tienen elementos que lo diferencian en su apariencia, su aroma y su sabor.
En la cocina, algunas recetas permiten usar cualquiera, o los dos a la vez, pero su sabor es distinto. Por ejemplo, en una sopa el ajoporro se luce, mientras que en un arroz chino-venezolano, solo por citar un ejemplo, el cebollín es el rey vegetal. Pero ambos son versátiles y están llenos de nutrientes.
Cebollín vs. ajoporro
El nombre científico del cebollín es Allium schoenoprasum L. y el del ajoporro, Allium ampeloprasum var. porrum. Para diferenciar a simple vista a estos primos de tallo largo, podemos buscar las siguientes características:
El cebollín
Las hojas del cebollín son más circulares, huecas y de color verde claro. Foto Betania Ibarra
Suele venderse con muchas y largas raíces (de hecho, si no ha sido refrigerado, esas raíces se pueden plantar y unas semanas después brota un nuevo cebollín).
Sus hojas son más delgadas que el de su primo el ajoporro, de verde más claro y brillante y es como un tubito.
Su tallo suele ser más delgado que el ajoporro.
Termina en una fina punta.
Tiene un olor penetrante, y si está fresco incluso puede hacer «llorar» al cortarlo, como la cebolla.
El cebollín se conoce en otros países como cebollino, cebolla de hoja, cebolla china, ciboulette, xonacatl, cebolleta, cebollina y chalota.
Para conocer la versatilidad del cebollín, puedes preparar esta receta de Víctor Moreno:
Una frutería, perteneciente al mismo grupo gastronómico de Chacao Bistró, trae lo más fresco de los Andes al corazón de Chacao, con productos frescos buscan llenar un nicho que persigue la calidad
