5 claves para reconocer una casita de jengibre bien hecha
Compartimos algunas cualidades que debe tener esta dulce pieza navideña de jengibre, de origen alemán e inspirada en el cuento de Hansel y Gretel
Compartimos algunas cualidades que debe tener esta dulce pieza navideña de jengibre, de origen alemán e inspirada en el cuento de Hansel y Gretel
Es probable que las casitas de jengibre sean el elemento más cuchi de la mesa navideña. A todos, grandes y chicos, les saca al menos una sonrisa. Pero una casita de jengibre bien hecha, como las de los pasteleros alemanes que respetan su tradición original, es difícil de elaborar.
A continuación compartimos 5 claves para reconocer una buena casita de jengibre, que no se desarme antes de tiempo, que mantenga su textura y la decoración en su lugar, que perdure muchos días y que, al comerla, esté tan sabrosa como el día que se hizo.
Los morochos Randall y Antonio Sevilla, de la firma repostera El Dulce, son especialistas en casas de jengibre. Y no es un decir: las elaboran desde 2017 y, tiempo después, ganaron el primer lugar del único campeonato de casas de jengibre que se ha hecho en Caracas. Participaron con una mansión de jengibre, que llevaba 307 perlitas, 106 caramelos tipo Dandy y 60 pastillas de chocolate blanco. También han hecho casitas de varios tipos y hasta capillas.
Para lograr una buena casita de jengibre, como ellos las querían, estos hermanos han dejado atrás muchas «paredes, techos y chimeneas» que no cumplían con los requisitos. Finalmente, desarrollaron su propia receta para la masa de galleta con que se elabora la casita, inspirándose en recetas tradicionales alemanas y en la de Martha Stewart. Además, la tropicalizaron agregándole algo de papelón y cacao, ingredientes muy venezolanos.
Estas son las claves de una buena casita de jengibre:
No valen trampas como cintas sujetando paredes o palitos escondidos para fijarlas.
El “cemento” de la casa debe ser un glaseado suficientemente fuerte para aguantar paredes, techo y chimenea.
En síntesis: la casita debe ser 100% comestible.
Aunque no es imprescindible, en los mercados alemanes las casas con chimenea se valoran más. La razón es que el pastelero debe tener dominio de la técnica para poder colocar una, sin que se caiga, sobre el techo a dos aguas.
De nuevo recordamos que no se vale hacer trampa con palitos o elementos aglutinantes no comestibles. Randall y Antonio practicaron mucho hasta conseguir el modelo exacto que logre encajar en el techo de la casita de jengibre, solo ayudada con un poco de glaseado.
En los países sajones, las casitas decoran los hogares desde que comienza la Navidad y hasta el día de reyes, cuando se come. Es por esto quela galleta de jengibredebe durar perfectamente sin problemas, sin que le salgan hongos o se desmorone y eso solo se logra si la masa está correctamente hecha.
Por ello, no debe contener leche ni huevos y tiene que reposar más de un día, antes de armarse, para que libere todos los vapores y quedar seca. Las especias y el bicarbonato usados en justa medida ayudan a darle permanencia.
Esas recomendaciones también aplican al glaseado, que puede hacerse de diversos ingredientes, como azúcar, miel, limón, y agua, entre otros.
La puerta puede estar abierta o cerrada pero debe ser hecha en forma separada de la pared, o sea, no debe ser dibujada ni tallada en ella. Tiene que ser una pieza aparte.
Si está abierta es aún mejor porque simboliza la bienvenida a los amigos y familiares. «Nuestras casitas siempre tienen la puerta abierta», asegura Antonio.
Los hombrecitos de jengibre son tan importantes como la propia casa. Tienen que ser delgados y no gordos. Si están inflados es porque la mezcla de jengibre no reposó lo debido.
Con los muñequitos de jengibre pasa lo mismo que con las casitas: tienen que ser duraderos.
Las casitas de las fotos de esta nota son de @eldulceve
Ya hechas, los precios oscilan entre 30 y 65 según el tamaño. Todas las casitas vienen forradas en celofán con decoración alusiva a la Navidad.
También hacen talleres para elaborar sus propias casitas de jengibre con galletas ya hechas por El Dulce. Tienen un costo de $65 por persona e incluye todos los materiales. Por supuesto, todos se llevan su obra de arte a su hogar.
Los próximos serán la semana que viene en The View, en Las Mercedes. También pueden hacer los talleres en forma privada, si se arma un grupo o se quiere celebrar un cumpleaños de manera distinta.